La crisis económica dispara la cifra de personas en riesgo de exclusión social y con carencias de servicios básicos en la provincia de Almería y, al mismo tiempo, aflora un esfuerzo solidario de sus ciudadanos. Cáritas, asociación estrechamente ligada al trabajo con los más necesitados, evidencia este fenómeno. Si las 35.000 personas que atendió el año pasado reflejan la incidencia del desempleo y la falta de oportunidades, el aumento del 40 por ciento en los ingresos durante el último año apuntan al impulso de la conciencia colectiva.
Según la Memoria Anual 2013 de Cáritas, presentada ayer en su sede de la capital, la entidad ha pasado de gestionar unos 500.000 euros a manejar un presupuesto cercano a los 890.000 euros. “El aumento de los ingresos se deben fundamentalmente al apartado de donativos, suscripciones y herencias; y también a las ayudas públicas”, señala el director de la organización en Almería, Andrés Asensio. “Los donativos y las suscripciones aumentaron un 38 por ciento respecto a 2012 y los ingresos para cooperación internacional un 94 por ciento, lo que muestra hasta dónde llega la capacidad solidaria de Almería”, reseña el informe.
De esos 890.000 euros de ingresos totales, la mitad proviene de las donaciones y herencias, unos 100.000 euros de subvenciones públicas y sólo 60.000 de la Conferencia Episcopal (menos de un 7 por ciento).
Por otro lado, la ONG llama la atención sobre la cifra de cooperantes y voluntarios, que asciende a 900 personas en la provincia de Almería, como señaló el subdirector de Cáritas, Miguel Pérez. Gracias a este esfuerzo colectivo se impulsan proyectos como el acompañamiento a personas en riesgo de exclusión, la atención primaria a familias o los “economatos solidarios”.
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