El ‘cementerio inglés’ vuelve a manos del Ayuntamiento

Con un proyecto a medio plazo la intención es abrir una puerta por la zona norte del camposanto y arreglar las paredes

Recreación de uno de los posibles estudios.
Recreación de uno de los posibles estudios.
Lola González
18:44 • 04 oct. 2014

El cementerio inglés ya tiene quien lo cuide, y es que después de tres años de intensas negociaciones con el Consulado Británico, el Ayuntamiento vuelve a ser el titular de los 888 metros cuadrados de suelo cedidos a perpetuidad en el año 1887 a la corona británica para las inhumaciones de los protestantes anglicanos fallecidos en la capital.




Según explica el concejal de Salud, Consumo y Limpieza, Carlos Sánchez, la titularidad vuelve a estar en manos municipales con un único compromiso, el de mantener todos los enterramientos que allí se ubican. Añade el edil que así se cierra un capítulo de “olvido y abandono de un espacio romántico del camposanto, ya que es parte de la historia de su desarrollo económico” haciendo referencia a la gran presencia de ingleses en la época minera.




Cerrada




Esta zona, que se encuentra ahora mismo cerrada al público, ya ha sufrido las primeras transformaciones con su limpieza, pero bien es cierto que los enterramientos se encuentran muy deteriorados al tratarse de tumbas muy antiguas de las que prácticamente no quedan familiares. También está en muy mal estado la capilla que se encuentra en el extremo e incluso las paredes que rodean al espacio.




Desde el Ayuntamiento, ahora que ya se cuenta con la titularidad del suelo, están trabajando en su puesta en valor. Así, ya tienen en sus manos varias opciones para la remodelación a medio plazo que permita convertirlo en una zona incluso atractiva por lo histórico del lugar, y conectar el tanatorio-crematorio y el resto del cementerio.




Proyecto




La intención municipal pasa por rehabilitar  las paredes que lo rodean  abriendo una puerta monumental  en la lateral que se ubica más cerca del tanatorio que sirva de  entrada al camposanto. Para ello se realizará un carril peatonal para acceder que desemboca en unas escaleras y una rampa, de forma que sea accesible para todos los ciudadanos.




Esta entrada desembocaría en otro trazado peatonal que recorrería de punta a punta este espacio. Así, los enterramientos quedarían alrededor y entre césped de forma que hiciera incluso agradable el paseo por la zona, y por supuesto, se arreglarían las unidades de enterramiento -aproximadamente un centenar- que están identificadas.


La capilla que preside el recinto, en tan mal estado que incluso hay partes que han llegado a caerse, también se rehabilitará. Pero la guinda de la modificación se ubica en torno al antiguo pozo que se encuentra justo en el centro  y que se convertirá en una escultura aunque eso sí, se conservará el vallado.


Un trocito de Gran Bretaña en la ciudad


El cementerio inglés de la ciudad de Almería nace de la petición el 5 de octubre de 1877 del vicecónsul inglés al alcalde para que se le concediera una parcela fuera del camposanto. El motivo no era otro que con el desarrollo minero y el comercio marítimo, la ciudad se había convertido en el hogar de muchos británicos cuya religión -la anglicana- no les permitía ser enterrados en el cementerio católico de San José.


El 15 de octubre de ese mismo año se trasladaba la petición a la comisión del cementerio que en tan solo dos semanas le dio el visto bueno.
A pesar de esto, no sería hasta el año 1906 cuando se inscribiera en el Registro de la Propiedad tras una cesión “gratuita, perpetua e irrevocable al Reino Unido de la Gran Bretaña” pero para atenerse a efectos fiscales le pusieron el precio de 888 pesetas, a peseta el metro cuadrado de suelo cedido.


Un siglo


Los enterramientos de británicos, a pesar de no tener la titularidad, empezaron en 1877 y, quitando cuatro años  (1980-1984) que el Ayuntamiento los prohibió por la pérdida de las escrituras del espacio, se estuvo usando hasta 1993 con lo que, estuvo en marcha más de un siglo hasta su casi abandono por la falta de familiares que lo cuidaran. Ahora, este pequeño trocito de Reino Unido en Almería pasa a ser suelo español, pero eso sí, para convertirse en un auténtico cementerio romántico para la ciudad.



Temas relacionados

para ti

en destaque