El Obispado sigue la senda del Papa y condena las muertes en las pateras

El Papa Francisco abrió un nuevo camino de denuncia y solidaridad con sus palabras contra las muertes constantes de inmigrantes en las costas italianas de Lampedusa. “Hemos caído en la globalización de la indiferencia, hay que despertar nuestras conciencias para que no vuelva ocurrir”, dijo el Pontífice.

El Obispado de Almería sigue la senda del Papa y muestra sus condolencias por el fallecimiento de una treintena de subsaharianos en las aguas del Mar de Alborán. “Denunciamos estas muertes y cuantas ocurran, sentimos vergüenza y queremos unirnos a las familias de las víctimas”, señala la Diócesis, a través de Cáritas, en un comunicado cinco días después de la tragedia.

“Manifestamos nuestra honda preocupación y profundo dolor, y nos preguntamos con impotencia y rabia: ¿Cuántas muertes más necesitamos para cambiar las políticas migratorias, para dejar de valorar al ser humano por lo que produce, para no rechazar a quien es diferente?”, señala el Obispado. “No podemos dejar de ser humanos, debiéramos ser sensibles y cercanos ante el dolor de los demás.

La Diócesis hizo también un llamamiento para acudir a la concentración convocada por la Asociación Almería Acoge en la Plaza del Educador para apoyar a las familias de los fallecidos y pedir una reflexión a las autoridades con competencias en materias migratorias. 

El acto se celebró a las 20 horas de ayer con la presencia del director de la asociación, Juan Miralles, y alrededor de 150 o 200 personas que quisieron apoyar la causa con diferentes pancartas y pegatinas. Miralles, que recalcó que este año ya van cuatro concentraciones, afirmó que “la concentración busca no ser cómplice con el silencio de estas muertes que se repiten año tras año. Una tragedia que es fruto de no saber hacer las cosas en esta parte del mundo con respecto a aquella otra parte en la que se ven obligadas a jugarse la vida”.

Tras atender a los medios de comunicación la asociación pasó a leer el manifiesto denominado ‘No más muertes para llegar a Europa por un Mediterráneo solidario’ en el que quedó reflejado el dolor y la indignación por los nuevos fallecimientos y las 30 familias que han quedado rota de dolor.
En el documento también se exigió responsabilidades por parte de los países llamados del primer mundo, para apoyar sin paliativos iniciativas y proyectos para el desarrollo de los países empobrecidos.

A las condolencias se unió ayer la Delegación del Gobierno en Andalucía. Su responsable, Carmen Crespo, emitió una nota para “lamentar el drama humano de la inmigración irregular” y valorar “el esfuerzo de Salvamento Marítimo en las tareas de rescate”. La delegada critica “la utilización que hacen las mafias de aquellos que tratan de llegar a Europa huyendo del hambre, a los que engañan y tratan como mercancía humana, embarcándolos en un viaje sin retorno que muchas veces les lleva a la muerte”.