Recogen firmas para reclamar el instituto de El Toyo

Los vecinos de El Toyo reclaman a la Junta de Andalucía que saque ya la licitación de las obras del instituto prometido y que de momento sigue dando clase en aulas prefabricadas.
Explica Charo Gómez, presidenta de la AMPA, que llevan “dos años esperando y en los que nos han ido pidiendo que esperemos tres meses, y así cada tres meses nos decían que faltaba una cosa y que ya empezaban”.
Reclaman así los padres que antes de que siga avanzando el tiempo, para que dé tiempo a que haya parte de las obras terminadas cuando empiece el próximo curso escolar, se saque a licitación los trabajos. Además, la llegada de las elecciones autonómicas también puede ralentizar un proyecto que consideran vital los vecinos.
Explica la presidenta del AMPA que “no sólo es que estén en aulas prefabricadas, es que no tienen materiales, a muchos espacios no llega internet y donde llegan no hay ordenadores con lo que nuestros hijos no utilizan las nuevas tecnologías”.

Change.org

Lo cierto es que esta reclamación llevaba un tiempo parada a la espera de que, una vez culminada la tramitación administrativa en el Ayuntamiento, desde la Junta se lanzará la licitación, pero tras este tiempo, los vecinos han decidido volver a movilizarse. En esta ocasión, hace apenas tres días ponían en marcha una campaña en la web www.change.org solicitando 1.000 firmas de apoyo a que “Construyan un instituto de educación secundaria en El Toyo-Retamar ya”.

A pesar de que lleva poco tiempo en marcha al cierre de esta edición ya se habían superado las 700 rúbricas. Recuerdan en la petición de estas firmas que “desde hace tres cursos el alumnado de secundaria está dando clases en aulas prefabricadas” que son “barracones aislados en un terreno sin nada” y que dependen de un instituto que se encuentra a 10 kilómetros con lo que “no pueden contar con las instalaciones de dicho centro para nada”.

Los vecinos no comprenden como siempre desde la Delegación de Educación se ha considerado “como prioritario” el proyecto pero que aún tres años después siga sin ser una realidad.