Los pechineros homenajean a Juan Mañas

Pechina rindió un sentido homenaje a Juan Mañas Morales, asesinado -junto a dos amigos- por miembros de la Guardia Civil hace 33 años tras confundirlos con tres terroristas de la banda ETA. Un suceso que, décadas después, sigue sin estar totalmente aclarado, manteniendo abierta la herida y el dolor de toda su familia.

Más de 150 pechineros asistieron en la tarde de ayer sábado al Centro de Día del municipio a la charla coloquio, organizada la propia familia de Juan Mañas y el Ayuntamiento de Pechina, y ofrecida por Antonio Torres, director territorial de Canal Sur Almería y uno de los periodistas que más conoce el ‘caso Almería’ tras seguir en profundidad el suceso desde los primeros momentos. Posteriormente, se descubrió una placa en homenaje a su vecino, ubicada en la plaza que lleva su nombre “Juan Mañas Morales”.

El caso Almería El caso Almería comienza el 10 de mayo de 1981, cuando aparecieron tres cuerpos abrasados dentro de un Ford Fiesta, en un barranco de Gérgal, Almería. Pero antes, el 7 de mayo, tuvo un prolegómeno: la banda terrorista ETA atenta contra el jefe del Cuarto Militar del Rey, General Joaquín Valenzuela -hiriéndolo de gravedad-, y asesina a sus tres acompañantes.

Justo ese día Juan Mañas Morales, Luis Montero García y Luis Manuel Cobo Mier se dirigían desde Santander hasta Pechina para asistir a la comunión del hermano del primero. Una avería en su vehículo, obliga a los jóvenes a parar en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), para, más tarde, reanudar viaje en tren hasta la localidad de Manzanares donde alquilan un Ford Fiesta verde. Un vecino de la primera localidad manchega, tras ver las fotos en televisión de tres terroristas de ETA (Mazusta, Bereciartúa y Goyenechea Fradúa), confunde a los chicos con los miembros de la banda. Tras la llamada de este ciudadano a la Guardia Civil, ésta montó la caza y captura del presunto comando terrorista. Al frente del grupo se situó el Teniente Coronel Carlos Castillo Quero.

Torturados y asesinados Juan Mañas, Montero y Cobo fueron detenidos a las nueve de la noche del sábado, 9 de mayo, en Roquetas de Mar sin oponer resistencia en una tienda de la localidad, mientras hacían unas compras. Al día siguiente, el domingo 10 de mayo, los cadáveres de los tres aparecieron dentro del Ford Fiesta, torturados, calcinados y agujereados por múltiples balas.