Dentro de la base Gran Capitán de la Legión en Irak

La Brigada de la Legión abre las puertas de su centro de operaciones en la Misión Apoyo Irak contra el yihadismo del autodenominado Estado Islámico en la región. Defensa publica una  serie fotográfica del interior de la base militar Gran Capitán, ubicada a la localidad de Besmayah, que muestra las durísimas condiciones del terreno y el trabajo de los soldados españoles para levantar un campamento a prueba de atentados.

El acuartelamiento se localiza a unos 60 kilómetros al sureste de la capital Bagdad, en una zona ideada por las tropas estadounidenses como campo de adiestramiento. Hoy se utiliza como refugio de los militares españoles (el contingente total desplegado en Irak ronda las 300 personas, la mayoría legionarios) y como centro de formación para soldados irakíes. La Brileg ha formada ya a las primeras unidades locales.

“Planificada sobre una superficie de unos 45.000 metros cuadrados, la Base ha sido diseñada para albergar a unas 450 personas, con una infraestructura final que ha de cumplir todos los requisitos de seguridad, vida y trabajo, para el cumplimiento de la misión”, señala Defensa.

Máxima alerta
La base Gran Capitán está rodeada por una bloques de hormigón de cuatro metros de altura conocidos como ‘T Wall’, que son la principal protección física del acuartelamiento. Además, todo el perímetro está asegurado con patrullas y con los ‘check points’ o puntos de control. 

Todo el diseño está dirigido a permitir una zona de habitabilidad segura para los soldados españoles. De hecho, Besmayah no está en un punto caliente del país (el norte es más peligroso), aunque la inestabilidad que sufre Irak tras la guerra y la fuerte aparición de los yihadistas en el país y Siria obligan a mantener siempre alta la guardia.

Según informa la Brileg, la base Gran Capitán cuenta con generadores de electricidad autónomos y un sistema para garantizar la salubridad del agua, un elemento básico dada el entorno desértico y muy cálido. “Es una base muy funcional, construida con un coste mínimo y máximo aprovechamiento del espacio”, señala el teniente coronel César De Cea, jefe de la Unidad de Apoyo al Despliegue.

Los legionarios partieron hacia Irak desde Almería en el mes de febrero y esperan un servicio de aproximadamente medio año.