Luis Columna, juez decano de Almería: "El juzgado del Caso Poniente se ha volcado y su trabajo es excelente”

El diagnóstico del estado de salud de los órganos del partido judicial de Almería revelan la gravedad de un paciente castigado por una enfermedad crónica. Los síntomas se perpetúan. Alta litigiosidad, sobrecarga de asuntos, falta de recursos personales y una excesiva burocracia amenazan las constantes vitales. Y faltan vacunas.

Luis Miguel Columna, juez decano de Almería, analizó ayer los datos más significativos de la Memoria 2014 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), publicada la semana pasada. El magistrado subraya las dificultades de jurisdicciones afectadas por el impacto de la crisis económica, como los Juzgados de lo Social y lo Contencioso-Administrativo y defiende el esfuerzo de los profesionales encargados de la investigación de las macrocausas de corrupción.

Columna señala particularmente la labor del Juzgado de Instrucción número Dos de Almería, responsable del Caso Poniente por un presunto fraude millonario en la empresa mixta Elsur en El Ejido. “Una vez que llegó el informe de la Agencia Tributaria el juez de instrucción decidió hacer nuevas imputaciones”, explica el juez decano. “Me consta que el trabajo de los tres jueces y de la Fiscalía es excelente y están totalmente volcados; el problema es que cada vez que se investiga aparecen cosas nuevas”, añade.

Columna se distancia así de las declaraciones realizadas en una entrevista a LA VOZ por la magistrada Lourdes Molina, presidenta de la Audiencia Provincial de Almería, en las que apuntaba a “una sensación de dejadez total y absoluta”. “Este asunto empezó cuando yo llegué aquí en 2009  y es lamentable que en cinco años todavía no haya concluido esa instrucción”, dijo la magistrada. Molina aseguró que “hay que agilizarlo como sea”, si bien matizó su crítica. “Yo no culpabilizo a nadie”.

El juez decano, en cambio, apela a la situación del juzgado y la dimensión del Caso Poniente, con 80 imputados, 34.800 folios y decenas de testigos. “En estos cinco años de instrucción, el Juzgado número Dos ha recibido alrededor de 40.000 diligencias previas, no se dedica exclusivamente al Caso Poniente y cada cinco semanas tiene su guardia”, subraya.

Las fechas

Mejor suerte tiene el Juzgado de Instrucción número Seis, encargado del Caso Facturas por un presunto fraude en el Patronato de Turismo (Diputación). Cuenta con un refuerzo aprobado por el Poder Judicial como parte de una iniciativa pionera, la denominada la Unidad de Apoyo para Causas por Corrupción. Se encargará de transcribir los testimonios de testigos e imputados. La transcripción de las declaraciones fue solicitada por la Fiscalía una vez concluida la investigación y acordada el pasado mes de marzo por la Audiencia Provincial de Almería, que será el órgano encargado de enjuiciar la causa.

Por otra parte, más allá de la situación de los Juzgados de Instrucción, Columna recuerda las altas cifras de entrada de asuntos de jurisdicciones como Penal, Menores, Familia, Primera Instancia, Social y Contencioso. Actualmente sólo trabajan tres jueces de refuerzo, insuficientes para la avalancha de asuntos.

Un indicador caracteriza de forma sencilla las dificultades: la última fecha señalada para un juicio o vista. En Contencioso-Administrativo hay señalamientos para mediados de 2016, en lo Social hay citas para julio de 2017 y en el Primera Instancia y Penal la agenda fija juicio para la segunda mitad de 2016.

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