De regalar las tazas a invitar a café, el cambio de las campañas

¿Recuerdan las tazas del Partido Popular?¿Los bolígrafos  y mecheros del Partido Socialista?  Pues si los tienen en casa guardenlos como oro en paño porque difícilmente volverán esos tiempos en los que el merchandising en grandes cantidades fue el protagonista junto al programa electoral para conseguir el voto.

Y es que los partidos lo tienen claro: Renovarse o morir. Si hay algo que han aprendido después del nacimiento de nuevos partidos y de las movilizaciones ciudadanas, es que para conseguir el voto hay que invertir menos en material y más en tiempo. Claro, todo esto apoyado de la llegada de la crisis económica que tampoco colabora a la realización de campañas que cuesten mucho dinero, han generado un nuevo modelo de campaña electoral en la que, menos tiene que ser más.

Fórmulas

Así, los diferentes partidos buscan fórmulas baratas, que supongan un trato directo con los ciudadanos que les permita interactuar y a su vez, que ayude a generar los programas de gobierno porque así, los ciudadanos lo sienten como propio.

Entre estas nuevas formas cada formación política tiene su estilo. Todos coinciden en que no es tiempo para grandes mítines y han pasado a realizar pequeños encuentros en los que hay contacto directo, propuestas claras sobre la mesa y cercanía.

Con esta mentalidad nace el Café con Luis Rogelio en el que el candidato del PP a la capital se reúne con una docena de personas en una mesa y un café durante algo más de una hora. Y los encuentros con las asociaciones de todo tipo.

Con multitud de colectivos se reúne Ciudadanos, que también cada día saca su carpa naranja y llega a pedir el voto por una naranjita. Un modelo similar al de UPyD que desde hace años tiene en el paseo marítimo casi sede permanente los fines de semana.

Desde el PSOE este sistema de pequeños encuentros lleva en marcha desde hace dos años con reuniones sectoriales que aportaron propuestas al programa electoral, pero ahora en campaña toca un barrio al día, que no es poco, con panfletos, charla y un pequeño stand.

Pero lo más importante esta campaña está en la red. Perfiles de Facebook y Twitter, miembros de la candidatura encargados de conseguir el mayor número de impactos posible. Todos con su móvil para hacer fotos, subirla al instante como si de periodistas se tratara, y retransmitir la campaña casi en directo.

Propuestas

Los ciudadanos quieren participar, de hecho los comentarios en redes así lo muestran, y para conseguirlo los partidos apuestan por enviarlas directamente como propone el PP en su web, contestar tarjetas postales como las que en su día envió el PSOE, o entran dentro de loomio que puso en marcha Izquierda Unida.

Precisamente IU es el más interactivo gracias a poner a disposición de los ciudadanos un número de whatsapp para hablar con el candidato.