Un total de 450 personas pasan al año por la consulta de celiaquía del hospital Torrecárdenas, donde se diagnostican 35 casos nuevos cada año, señalan responsables del centro sanitario que ha celebrado recientemente el Día del Celíaco.
La celiaquía es una enfermedad autoinmune, crónica y que provoca intolerancia al gluten. Erróneamente se confunde con una alergia alimentaria, pero es una patología que, en personas predispuestas genéticamente, provoca la inflamación del intestino que no absorbe los alimentos. Los síntomas son variadísimos y van desde un cuadro clásico de diarrea y desnutrición a pacientes totalmente asintomáticos (sin síntoma alguno).
Sin diagnosticar Esto provoca que buena parte de los celíacos no estén todavía diagnosticados. Hoy en día, y a partir de estudios genéticos que se realizan al conocer que un hijo o hija es celíaco, se están “descubriendo” enfermos adultos, explica la médico internista Laura León que habla en condición de madre de una niña celíaca. La peculiaridad de los celiacos es que modifican sus hábitos alimentarios y con ellos lo hacen el resto de la familia. De cualquier modo y después de una curva de aprendizaje, que es más o menos larga en función de cada persona o familia, el celiaco lleva una vida normal. Aprender a leer las etiquetas de los productos, a evitar la contaminación cruzada, a reorganizar la cocina para diferenciar claramente los alimentos con y sin gluten, y a tener cuidado cuando se sale de casa es fundamental para las familias en las que hay un celíaco, apunta León. Falta, quizá, una ley más exigente con el etiquetado, pero gracias a la formación “en Almería son cada vez más los sitios en los que se puede comer sin gluten”.
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