Volver por la costa desde Retamar no es tarea fácil

Tal vez hayan intentado en algunas ocasiones regresar de Retamar o de la zona del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y de primeras -e incluso de segundas y terceras- hayan pagado la novatada de tratar de regresar por la costa hasta la capital. Novatada, sí, porque no es tarea fácil teniendo en cuenta que se señaliza en dos ocasiones y cuando llega el momento de meterse en el laberinto bajo el puente donde se indica por última vez ya hay que buscarse la vida. 

A la autovía Por desgracia son tantos los intentos fallidos, que son muchos los que acaban dando la vuelta sobre sus propios pasos para acabar yendo hasta la capital por la autovía, haciendo más kilómetros y tardando más.

Quienes ya tienen el camino sabido no tienen problema, pero antes de sabérselo han debido dar también sus palos de ciego. No hay ni un solo indicador de cuál es el camino a seguir una vez que se atraviesa el puente que queda a al izquierda según se baja desde Retamar hacia la capital. Los caminos se suceden a izquierda, derecha, al frente, calles cortadas... 

Pero esto no es nuevo, la cosa viene de largo y no son pocos los turistas que se vuelven locos yendo de un lado para otro tratando de encontrar la vía de salida para regresar por la costa. Eso tiene delito, pero es que a los almerienses les pasa un tanto de lo mismo.

Una simple señal La solución al problema parece relativamente sencilla: continuar la señalización hasta que entras en la vía correspondiente. Unas flechitas en la calzada, unas señales verticales... de seguro que el periplo puede hacerse más fácil a quienes quieren sí o sí volver a Almería por la costa.

 El problema existe desde hace muchos años, prácticamente desde que la Urbanización de El Toyo se construyó para los Juegos Mediterráneos. Las construcciones nuevas y el viario han convertido en todo un logro salir con éxito del laberinto.

En el plan de señalización de la capital debería incluirse cómo llegar a la salida de Almería por la costa, porque también es una manera de evitar que la mayoría del tráfico vaya a la autovía.