“Los pueblos en zona protegida crecen más que sus vecinos que no lo están ”

No es de extrañar la sonrisa con la que el consejero llega a la entrevista. Viene directamente del Parque Natural de Cabo de Gata/Níjar, de una de las joyas de la corona de la naturaleza andaluza, una de las grandes señas de identidad almerienses.

¿Qué le ha parecido el Cabo?
Ya lo conocía, aunque es verdad que las Salinas no, y me han sorprendido muy positivamente. Conozco bien otros espacios del estilo, como las Marinas del Odiel, y de verdad que las Salinas de Cabo de Gata me han impresionado. Me ha sorprendido muy gratamente la variedad de fauna que tiene,  y he constatado el buen trabajo de conservación que se está haciendo con ella.

Hablar del Parque es hablar del Algarrobico.  ¿Cuál es la situación en este momento?
Se está a la espera de la solución judicial. Por nuestra parte, lo vemos con la esperanza de que se aclare cuanto antes. Estamos a la espera de una sentencia que tendría que clarificar de una vez por todas la situación. 
Espero que se tomen cuanto antes las decisiones que se tengan que tomar. La Junta va a hacer lo que diga la justicia. Nuestros servicios jurídicos nos piden que esperemos.

¿Y no van a negociar una salida con la propiedad?
No contemplamos esa posibilidad. Esperamos que las sentencias definitivas sean claras y no dejen margen para la duda.

¿Se atreve a fijar un plazo para esa sentencia definitiva?
No.  

Estoy cerca de los sesenta años. ¿Cree usted que yo volveré a ver la playa del Algarrobico como estaba cuando se rodó Lawrence de Arabia? 

Creo que la verá. Con la media de esperanza de vida que hay, creo que sí.

Existe en algunos sectores la convicción de que la protección ambiental reduce a menudo las posibilidades de desarrollo económico. ¿Es así?
No, y los datos son tozudos al respecto: la protección ambiental no es una losa para la economía de la zona protegida. Hay datos concluyentes que demuestran que la economía de los municipios incluídos en zonas protegidas han crecido en su PIB varias veces por encima de los cercanos que han quedado fuera de esas zonas.
Además hay otra realidad, que cada día existe una mayor concienciación ambiental, que incluso empieza a exigirse esa protección ambiental. 

¿Ha mejorado la situación del Parque de Cabo de Gata en cuanto a su limpieza?
Desde luego se extrema el cuidado, y hay cada día una mayor colaboración con los ayuntamientos. Ahora mismo estamos trabajando para un acuerdo amplio con el de Níjar, al que, como sabe, pertenece en buena parte el Parque. Y sí hay que subrayar algo, además, que cuando hay suciedad es porque alguien ensucia.

¿Causan los invernaderos tantos problemas ambientales  como se afirma?
Como cualquier otra instalación importante, y los invernaderos lo son, provoca asuntos a tratar, pero tengan por seguro que estamos muy pendientes de la gestión de los residuos y de cuanto tiene que ver con la producción agrícola. Se controla y se sanciona cuando hay que hacerlo.

Ahora mismo, por cierto, estamos elaborando un plan andaluz de producción y gestión de residuos que dedica una especial mirada a Almería y a Granada, por su tipo de agricultura. Lo llevamos ya avanzado.
Sí es importante constatar algo, que las normas se van cumpliendo cada día más  y cada vez hay más conciencia por parte del agricultor.

¿Cómo están viviendo estos nuevos tiempos de la política andaluza?
Sabemos que es, en efecto, una nueva etapa,  que estamos ante una etapa marcada por el imprescindible dialogo, por el siempre conveniente el dialogo. Son tiempos convulsos, ciertamente, pero confío en que se imponga la cultura del pacto y el dialogo. 

En nuestro caso, lo que hay es sólo un acuerdo de investidura, pero estoy convendido de que se podrá seguir gobernando, que es lo que necesitan Andalucía y los andaluces.

El PP afirma que hay un pacto oculto entre el PSOE y Ciudadanos más allá de la investidura.
No es cierto. Lo que sí hay es un trabajo muy importante por parte de todos para lograr acuerdos de relevancia que favorezcan a los andaluces.

Por cierto, ¿cómo ha vuelto la  presidenta tras su baja por maternidad?
Como se fue, como un torbellino. Es una mujer con una fuerza tremenda, con enorme capacidad de trabajo, con mucha visión política.

¿Son tan malas como se dice las relaciones entre la Junta y el gobierno central?
Parece evidente que el gobierno central está castigando a Andalucía por tener un gobierno de signo contrario. Desde el punto de vista económico está fuera de toda duda esa discriminación del gobierno del PP con Andalucía, que no es nueva. Por cierto, ése es el motivo por el que al PP le va en Andalucía como vemos que le va.

¿Qué lectura hace de las recientes elecciones catalanas?
La cosa sigue como estaba. El hecho es que, si se interpretan las elecciones con el carácter plebiscitario que algunos le han querido dar,  la mayor parte del electorado ha dicho que no. Pero no hay que olvidar algo, que Junts ha sacado un porcentaje muy importante. En suma, queda mucho trabajo por hacer.

¿Y a quién le va a tocar hacerlo tras las elecciones de diciembre?
Eso lo dirán los ciudadanos. Yo espero que sea a mi partido.

Bueno, ya estamos casi en campaña...
Llevamos muchos meses ya, muchos.

¿Y cómo lo vive usted padre, usted marido? Ha de ser duro .
Lo es, pero yo lo vivo con mucho entusiasmo, aunque sea, en efecto, a costa de la familia. En mi caso, tengo la suerte de que mi familia lo comprende. Saben que merece la pena trabajar por Andalucía y por los andaluces.
Además, están acostumbrados.  Independientemente de campañas electorales, el trabajo mismo en la consejería es de muchas horas, de muchos desplazamientos, de muchos kilómetros. Andalucía tiene una extensión enorme, mayor que la de muchos estados de la Unión Europea, y es por lo tanto una comunidad muy diversa, lo que se nota especialemente en esta consejería.

Pero cuando se vuelve a casa  de estos desplazamientos por nuestra comunidad se siente satisfacción.  El otro día, por ejemplo, contemplé los resultados de un programa de  protección de fauna que vi poner en marcha en mi anterior etapa en la consejería. Ésas son las cosas que dan satisfacción, que dan sentido al trabajo de tanta gente. Eso vale mucho.