El programa de atención de Salud Mental de Almería se va a aplicar en Uruguay, hasta donde ha viajado el modelo de una salud mental comunitaria, alejada del aislamiento social, la cronificación de los tratamientos farmacológicos y el distanciamiento del enfermo de su propio entorno. Más de 9.700 kilómetros ha viajado este proyecto, que ahora mejorarán los uruguayos, en la maleta del coordinador de la Unidad de Salud Mental del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, el psiquiatra Domingo Díaz del Peral.
En su última visita a Uruguay, realizada a principios de mes, este abanderado de la salud mental comunitaria, ha formado, informado, asesorado y capacitado a los profesionales uruguayos a los que ha transmitido la experiencia de Andalucía en el tratamiento de quienes padecen una enfermedad mental. Personas que, en los últimos años, han tomado conciencia de que son “unos enfermos más, que quieren tener un proyecto de vida y que así lo reclaman”, explica.
No al centro de reclusión
Se trata, en definitiva, de un planteamiento muy alejado de los hospitales psiquiátricos que todavía hoy operan en Uruguay y que son similares a los que había en Europa hasta hace apenas unas décadas. Un tipo de atención a la salud mental que se vio, dice Del Peral, que “no funcionaba”. Y que, a la luz de los resultados tan positivos del nuevo modelo (“que puede seguir mejorándose”, dice) se dejó de lado.
Una de las claves de la salud mental comunitaria es la proximidad a la hora de tratar al enfermo. “Proximidad a su entorno vital, social, laboral y familiar, además de proximidad en el trato”, insiste este experto en enfermedades mentales que habla, también de otros factores como son la inmediatez a la hora de iniciar un tratamiento o la necesidad de transmitir esperanza. Son éstas algunas de las claves que definen el modelo que Andalucía ha exportado a Uruguay.
Un modelo que acabó por sustituir en Andalucía una propuesta obsoleta e ineficaz. Los primeros resultados de la aplicación de la salud mental comunitaria fueron “espectaculares”, señala este psiquiatra afincado en Almería, que indica, por ejemplo, cómo “la tasa de recuperación de la esquizofrenia se sitúa ya en el 50%”. Es decir, la mitad de quienes padecen esta enfermedad mental grave, se pueden considerar curados.
Profesionales y afectados
De todo esto y mucho más ha hablado Del Peral en su última estancia en Uruguay. Durante cinco intensos días se ha reunido con el ministro de Salud Pública, ha impartido un taller sobre modelo de recuperación, otro sobre el tratamiento de la salud mental en los medios de comunicación y otros más dirigidos a orientar en el cambio sobre el modelo de atención al enfermo y también su familia.
De hecho, Del Peral se reunió también con asociaciones de enfermos y familiares, con quienes, de forma indispensable, ha de desarrollarse el programa de salud mental comunitaria.
El trabajo de años realizado en Andalucía y Almería y, trasladado por Domingo Díaz del Peral, ha empezado ya a dar frutos en Uruguay donde el ministro anunciaba hace unos días la sustitución del modelo de hospitales psiquiátricos por el plan andaluz.
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