El jurado popular reunido en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Almería acoge la versión más dura sobre el crimen de Míriam Cuerda y, por unanimidad, declara culpable a Jonathan Moya del secuestro y asesinato de la niña onubense de 16 meses.
Los nueve miembros del jurado consideran a Moya responsable único de la muerte de la pequeña Míriam. El acusado había admitido el secuestro de la niña en una carretera cercana a Gérgal la mañana del 20 de diciembre de 2012, cuando engañó a la madre, Gema Cuerda, y la abandonó el mitad del campo.
Además, estima probado que el joven de 28 años de edad ocasionó la muerte a la menor, que lógicamente no tenía posibilidad alguna de defensa. Según el informe forense, Míriam Cuerda tenía tres golpes en la cabeza y falleció asfixiada por una cubierta de plástico de cocina.
La muerte se produjo, con un margen de error de unas horas, el 25 de diciembre de 2015 en el cortijo Torre de Marfil de Abrucena, propiedad del padre de Jonathan Moya, donde permanecía escondido desde el rapto de la pequeña. La Guardia Civil arrestó al acusado la tarde del 27 de diciembre y halló el cuerpo de la menor en el interior de una bolsa de plástico hundida con piedras en el fondo de una balsa de riego a tres kilómetros del núcleo urbano de Fiñana.
El veredicto del jurado popular deja a Jonathan Moya al borde del límite máximo de 30 años de prisión. El Ministerio Fiscal pide una condena de 26 años por asesinato y detención ilegal, mientras la acusación particular, ejercida por el letrado Julián Cazorla eleva esa solicitud hasta los 29 años.
La decisión está ahora en manos del magistrado Luis Durbán. El juez trabajará en los próximos días sobre el veredicto del jurado popular y dictará sentencia condenatoria, donde fijará los años de prisión y la indemnización económica a Gema Cuerda (piden 300.000 euros, aunque Moya es insolvente).
El portavoz del jurado leyó el veredicto el mediodía del martes en presencia del acusado y de la madre de la menor. Moya escuchó el pronunciamiento cabizbajo e inclinado hacia delante, con las manos engrilletadas y sentado junto a su letrado (de oficio), José Ramón Cantalejo.
Juicio por violación
No será, sin embargo, la única ocasión que Cuerda y Moya se verán en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Almería. Ambos tienen pendiente un nuevo juicio por la presunta violación a la mujer durante la noche previa al secuestro de la pequeña, natural de La Palma del Condado (Huelva).
Según el relato de la acusación, Gema Cuerda fue a visitar a Jonathan Moya a la provincia de Almería. El joven había estado en Huelva unos meses antes y se había presentado como Juan, dedicado al mundo de los toros y los caballos. El acusado la recogió en la estación de Guadix y luego la llegó hasta un paraje rural entre Gérgal y Alboloduy. Pasaron toda la noche en el coche. Según Gema Cuerda, fue obligada a mantener relaciones.
Por la mañana, entre las 12 y las 13 horas del 20 de diciembre, la mujer se bajó del coche y Moya arrancó inesperadamente con la niña en el vehículo. Fue entonces cuando se desató la secuencia de hechos, la denuncia ante la Guardia Civil, una semana de persecución y finalmente el hallazgo del cuerpo en una bolsa de deportes hundida en la balsa de un vecino ajeno a los hechos.
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