El GEM y el Museo de Terque anuncian el reparto de variedades históricas de uvas

El próximo domingo 17 de enero se celebrará una actividad que se ha convertido en tradición en estos primeros días de enero: el reparto de parras de variedades de uvas históricas de la provincia de Almería.

La iniciativa parte del Grupo Ecologista Mediterráneo, del Museo Provincial de la Uva del Barco y del Ayuntamiento de Terque, municipio que alberga un parral único en su género porque allí se mantienen vivas las parras quye conforman la memoria viviente de la uva almeriense.

El domingo que viene se repite una actividad que es seguida por muchos almerienses que quieren disponer de las uvas que han sido cultivadas en la provincia a lo largo de la historia, variedades que estaban perfectamente adaptadas al medio natural y a la climatología almeriense y que, en muchos casos, han estado a un paso de desaparecer para siempre.

Años de búsqueda
La existencia de este parral ha sido posible gracias a la implicación del Ayuntamiento de Terque que, hace ya varios años, cedió un parral a la entrada del pueblo al Grupo Ecologista Mediterráneo para que plantara allí las variedades históricas.

El GEM, y en especial el responsable de la campaña Biodiversidad Domesticada, Antonio Rubio, llevan más de una década rescatando esas variedades en parajes, cortijos y zonas de cultivo, allí donde la información les ha llevado. Así han conseguido que 56 variedades puramente almerienses tenga asegurada su supervivencia y por esa razón cada año se reparten casi un millar de parras para que sean replantadas en distintas zonas de la provincia.

Este año son alrededor de 900 las parras, de 24 variedades diferentes, las que se ofrecen a los almerienses. La mayor parte de ellos reservan sus parras a través de internet ([email protected]) y otros se acercarán a Terque para tratar de hacerse con unos tipos de uva que son únicos en el mundo.

Antonio Rubio ha destacado el papel de los viejos parraleros, que conforman una red de voluntarios agroambientales imprescindible para el mantenimiento de estas variedades en la que participan más de un centenar. “Sin ellos, sin su esfuerzo, -dice Rubio- posiblemente las habríamos perdido”.