¡Ya está aquí nuestro frío almeriense!

Ya estamos de pleno en Noviembre sæcios, ¡y el frío con él, claro esta! Ha llegado como el camión del tapicero, sin avisar y cuando menos nos lo esperamos...  ¡Ya hemos dejado de ir en camiseta de manga corta por la calle! ¡Hace fresquete en nuestra ciudad!

Las castañas llevan más de mes y medio en la rambla, las heladerías por fin empiezan a cerrar después de un verano que parecía que nunca iba a terminar y el gazpacho deja paso a la sopita caliente con cuscurros. 

Te levantas por la mañana y decides meterte en la ducha, hasta ahí todo perfecto, pero cuando sales de ella para secarte pasas más frío que en los pasillos de congelados del Pryca. Entonces claro, lo que tienes que hacer es encender la estufa media hora antes y esperar a que aquello quede bajo control. Las mañanas de momento son llevaderas, pero con el cambio de hora y tal, a partir de las seis no hay quien viva y mínimo una sudadera te tienes que llevar enganchada al hombro.

Hemos pasado de sábana fina a sábana invernal, y ya en muchas casas almerienses utilizamos mantitas para ver la tele y un poco de estufa antes de dormir. Ahora dicen que este invierno será uno de los más frescos de los últimos años, pero viendo el percal y los calores hasta noviembre, muchos lo dudamos... 

¡Entramos en este mes con nuestro paquete de castañas en la mano, nuestra bufandita al cuello y esperando con ansias la pista de patinaje en mitad de la rambla sæcios!

Había algunos que en octubre veíamos con su jersey, sus gorros e incluso con guantes. Era como un simulacro. Ahora ha terminado el simulacro y esa gente parece que viaja todos los días al puerto de la Ragua y vuelve. ¡Llevan 5 capas de ropa sæcios! Pero como dice el dicho... “Ande yo caliente, ríase la gente”. 

Y a vosotros, ¿cómo os ha pillado el frío? ¿Sois de estufita o chimenea? ¿Cuántos paquetes de castañas lleváis ya?