En el capítulo anterior, haciendo algo de recopilación, nos quedamos con que tol mundo está en pie a las 7.46 de la mañana, eso sí, después de los ronquíos de Paco y del desastre del Jonathan tras salir de fiesta por las Cuatro Calles hasta las 6.
La familia sigue en casa, recién desayunada y controlando que todo esté a la perfección, con lo que conlleva eso, porque una vez que se tira para el Cabo de Gata, si se olvida algo en casa, buscarlo o comprarlo es una odisea... Así que hay están la Isabel y la Antonia revisando: que si llevan las toallas, crema, bañador y bikinis secos (para no manchar la tapicería del coche de 30 años de antigüedad heredado del abuelo), palas, colchonetas, sillas de playa, cubiertos, dos garrafas de agua y comida.
¡Hala, ya está todo listo! Ahora llega uno de los momentos más tensos... ¡bajar todo desde casa y llevarlo hasta el coche! Porque perfectamente puede estar aparcado a la vuelta de la esquina o, si vives en el centro, también puede estar tranquilamente a 20 minutos... y eso implica hacer, por lo menos, cuatro paradas de tooooda la familia y el cargamento de cosas antes de llegar al destino...
Así que imaginaos el panorama allí en El Quemadero, 5 plantas y sin ascensor... El Paco ya de los nervios porque sabe la que se le viene encima, la Isabel atacaíca porque son las 9 de la mañana y todavía no van de camino (que aquí en Almería ya se sabe que si no sales a las 8 de la mañana al Cabo te quedas sin sitio). La Antonia apoyando todo lo que dice la Isabel. Las dos yayas, Concha y Puri, diciendo que por qué no vamos mejor a un sitio más cerquita que ellas se marean con tanto viaje... ¡Al Zapillo, al Zapillo! El abuelo, José, que directamente no va a la playa, que dice que juega el Madrid a las 6 de la tarde y quiere verlo en casa feliz y contento. Y la Thais -la perrica para quien no lo tenga claro- chupando a todo el mundo mientras bajan esas escaleras interminables del edificio...
Las 09:10 de la mañana, todos en el portal y el Paco dice:
- Ehhh... un momentico que voy a ir yo a por el coche que lo tengo en Pablo Iglesias, lo recojo en ná y menos y vengo a por vosotros para ahorrarnos el viaje con la que está cayendo. ¡No preocuparse!
Le contesta Isabel...
- ¡Paco, a mí no me hagas el lío que nos conocemos ya, eh! ¡40 AÑOSSS CASAOSS Y TE CONOZCO COMO SI TE HUBIERA PARÍO!
- ¡Que no, que no, mujer! Que voy y vengo de verdad, no saludo a nadie de los 7 bares que hay de camino a casa, de verdad.
- ¡Pacooo, mírame a los zojos! ¡Veremos a ver si no tengo que ir yo a por ti!
A las 09:12, el Paco clavao en el portal tocando al porterillo.
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