El potencial de la bici en El Cañarete

El Plan Andaluz de la Bicicleta, presentado hace unos meses por la Consejería de Fomento, lo describe como un “itinerario sumamente complicado por la orografía”. Sin embargo, Pedro Bértiz, aparejador de profesión y usuario de bici, considera que el potencial que tendría un carril bici en El Cañarete supera con creces las dificultades que se quieran argumentar: “Mucho más difícil fue construir la carretera en el siglo XIX, y no se puede comparar con la técnica que existe ahora”. 

Los obstáculos, cree, son más bien políticos, ya que para hacer la vía realidad haría falta el acuerdo de distintas administraciones: Ministerio, Junta y dos Ayuntamientos. Y mejor que esperar, actuar. 

Convencido de ello y dispuesto a contagiar su carácter inquieto, hace una semana lanzó una petición formal en la plataforma Change.org. Lo hacía precisamente días antes de que el trayecto fuera recorrido por cientos de ciclistas en la Clásica de Almería, que una vez más tomó la carretera que une Almería y Aguadulce como partida de la travesía por la provincia. “La belleza que tiene es sin duda el punto fuerte para convertirlo en un espacio de enorme atractivo turístico”, defiende Bértiz.

Siete días después ya ha logrado 440 firmas. “Me fijé la meta ‘virtual’ de lograr mil, aunque yo espero llegar a muchas más, sería estupendo que fueran cinco mil, dice. No parece tan díficil, vista la acogida que ha tenido la iniciativa. Entre las razones que aducen los apoyos en la red destaca la necesidad de unir las dos ciudades.

Una frontera

Bértiz considera de hecho que un carril diferenciado del espacio para vehículos convertiría una vía concebida sólo de paso en una conexión no sólo física, sino también psicológica entre la capital y el Poniente. “Se acabaría la ‘frontera’ del Cañarete, que existe en el imaginario colectivo”, comenta.

No le cabe duda de que sería utilizado por muchísima gente para trasladarse desde Roquetas “incluso hasta la Universidad de Almería, como han señalado algunos de losfirmantes”. 

Por ello, aunque en el citado Plan de la Biclicleta se califica el posible carril como “de ocio” y no de transporte, Bértiz cree que esa concepción es equivocada. En la propia petición de ‘Change.org’ propone en este sentido que se ubiquen apeaderos de bicicletas, tanto en el Puerto de Almería como a la llegada a Aguadulce. Ésta podría estar en la Rambla de San Antonio, junto al 501.

También sugiere “un gran merendero a mitad, que podría estar en la zona de La Garrofa o La Parra”, y añade la necesidad de colocar cámaras de seguridad conectadas a Tráfico a la entrada y salida del carril. “Es algo por lo que me han preguntado mucho en Internet, pero creo que sería importante salvaguardar la seguridad de la vía”, explica. Y es en éste ámbito cuando insiste en que “no se puede llamar carril bici a una línea pintada en la calzada”. El aparejador pone de ejemplo infraestruturas existentes en la Costa del Sol, en concreto en Motril, “separadas del tráfico a motor con parterres o balizas, y con un ancho de tres metros, uno y medio para cada sentido, además del carril peatonal que discurriría de forma paralela”. 

Buen Gobierno

Lleva “años” pensando en la necesidad de este carril y en que “se puede aprovechar muchos tramos ya construidos para hacerlo realidad”. En