Profesionales y atléticos: los socorristas de este verano

Supervisan la playa, son superhéroes sobre la arena. Los socorristas de este verano visten de naranja y tienen la capacidad de controlar a todos los bañistas que, ajenos a los peligros que acechan, disfrutan de sus jornadas en la playa sin preocupaciones. Esto es posible porque cuarenta y dos personas, perfectamente cualificadas, se encargan de controlar los dieciocho kilómetros de costa en las nueve playas distintas que existen desde Aguadulce hasta Playa Serena.

Nueve puestos de salvamento y dos torres de vigilancia se encuentran repartidos por el litoral roquetero. Son muchos los aspirantes que han solicitado ocupar los puestos que se ofertaban como socorrista: unos 150. El día 1 de junio fue seleccionada la primera tanda, de 26 jóvenes, que estarán trabajando hasta finales de septiembre. Pero además, en los meses de julio y agosto se ha ido añadiendo más personal de la bolsa de trabajo que se formó una vez terminadas las pruebas de acceso: estos dos meses de pleno apogeo serán 42 los que velen por la seguridad en nuestras playas.

Duras pruebas
“Éste es el primer año en el que se ha establecido que todos los puestos sean ocupados por profesionales” -antes estos eran ocupados por voluntarios-, según palabras del concejal de Turismo, Comercio y Playas del Ayuntamiento de Roquetas, Ángel Mollinedo. 

Para seleccionarlos, las pruebas se han endurecido algo más este verano, duros ejercicios como 25 metros de buceo en apnea y la necesaria posesión del Tí́tulo de Socorrista Acuático, hacen que los que hayan conseguido el puesto sean capaces de proteger al ciudadano de cualquier peligro en la playa. Antonio Padilla, coordinador de Protección Civil de Roquetas desde hace más de 20 años, describe a los socorristas como “los ojos y brazos que tiene el Ayuntamiento para cuidar de todos los bañistas”. 

Aunque este verano está siendo bastante tranquilo en cuanto a incidentes, la gran plaga de medusas hace un par de semanas, la pérdida por unos cuantos minutos de niños y la aparición de animales no comunes en la zona como delfines y rayas ha sido lo más destacado en estos tres meses, según destacan los propios vigilantes.