El paso de los años tiene unas consecuencias directas sobre la piel. Es ley de vida; el organismo sigue su curso y lo que antes era firmeza y tersura va adquiriendo un aspecto distinto.
Para muchas personas, esa nueva realidad se convierte en una fuente de preocupación. Mirarse al espejo y descubrir una nueva arruga o ver cómo la piel pierde elasticidad provoca en ellas reacciones de rechazo. Pero todo puede mejorar. Soluciones mágicas no existen, no es posible volver a la juventud pero siempre podemos hacer algo para sentirnos mejor.
Cosmética antienvejecimiento
La investigación en cosmética ha dado pasos de gigante en los últimos años. Hoy en día tenemos a nuestro alcance una amplia gama de productos antiedad que ayudan a reestructurar la piel y minimizan el efecto del envejecimiento. Son los denominados productos antiaging, como los que comercializa la marca francesa Filorga a través de su página web. Se trata de cremas y tratamientos con calidad profesional que pueden aplicarse en casa. De esta manera, no es necesario acudir a un centro de estética para mejorar el aspecto; solo es cuestión de constancia y voluntad.
La cosmética antiaging ayuda a eliminar las arrugas en la piel, devuelve el brillo y tersura a su superficie y aumenta su densidad. El resultado es una piel hermosa y rejuvenecida, en la que no deja huella el paso de los años. La gama de productos antienvejecimiento es muy amplia. Hay tratamientos para todas las necesidades pero los más habituales son los siguientes:
- • Cremas regeneradoras
- • Sueros y cremas hidratantes
- • Productos antiarrugas
- • Cremas especiales para eliminar las arrugas en el contorno de ojos
- • Tratamientos contra las manchas en la piel
- • Sueros para pestañas y cejas
- • Bálsamos labiales nutritivos
- • Cremas intensivas para manos y uñas
Todos estos productos buscan hacer frente a las necesidades que presenta la piel con el paso de los años y tienen resultados muy positivos si se aplican con perseverancia.
Alimentación: otro factor clave
La cosmética antiedad es muy importante para mantener una piel joven, pero también es necesario prestar atención a la alimentación. Una dieta sana y equilibrada tiene un fiel reflejo en la piel y ayuda a mantener en buen estado el resto de funciones del organismo.
La dieta más adecuada pasa por el consumo diario de frutas y verduras, reducir grasas y carnes rojas y priorizar el pescado y la carne de ave. Pero existen unos alimentos específicos que ayudan a mejorar el aspecto de la piel:
• Semillas de chía y sésamo: la chía está considerada un superalimento porque aporta un gran número de nutrientes. Es rica en Omega 3, lo que proporciona a la piel un aspecto más terso e hidratado. Por su parte, el sésamo molido aporta metionina, muy importante para la formación de colágeno.
• Espirulina: esta especie de alga favorece la regeneración celular y ayuda a retrasar la aparición de arrugas.
• Cola de caballo: aparte de tener un efecto diurético, es rica en silicio y contribuye también en la formación de colágeno.
Otros alimentos adecuados para el cuidado de la piel son el pepino, los frutos secos y el aceite de oliva. También es imprescindible beber agua abundante y realizar ejercicio de manera regular. Todos estos aspectos, junto con unos tratamientos antiedad adecuados, ayudarán a afrontar la madurez con optimismo y sin temor al envejecimiento.
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