Pedro Sánchez se acoge a su derecho a no declarar ante el juez Peinado

Pedro Sánchez se ha acogido a su derecho a no declarar ante el juez Peinado en la causa abierta por la actividad profesional de su mujer, Begoña Gómez. Juan Carlos Peinado, el juez que investiga a la mujer del Presidente por tráfico de influencias y corrupción en los negocios, se había desplazado este martes al Palacio de la Moncloa para, según se tenía previsto, tomar declaración testifical al presidente del Gobierno a las 11:00 horas.

No obstante, el presidente del Gobierno finalmente no ha declarado acogiéndose al artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) que respalda que como cónyuge -de Begoña Gómez- está "dispensado de la obligación de declarar". 

El juez ha llegado al Palacio de La Moncloa a las 10:20 horas para el interrogatorio y junto a él han accedido a las dependencias de Presidencia del Gobierno la Fiscalía, las defensas de los tres encausados y la letrada de Vox, Marta Castro, como coordinadora de las acusaciones populares.

Por su parte, durante las horas previas a la declaración, una treintena de manifestantes se han agolpado en las puertas de La Moncloa entre pancartas y gritos como "Pedro Sánchez a prisión" o "Juan Carlos Peinado, España está a tu lado" a la espera de la salida del juez encargado del caso. 

El letrado de Begoña Gómez ha asegurado que ha visto a Sánchez "absolutamente tranquilo, como tiene que estar una alta magistratura del Estado". "Y este tipo de cosas evidentemente las tienes que afrontar de la manera que lo ha hecho. Está siendo un día complicado, hoy ha habido Consejo de Ministros y luego creo recordar que hay una audiencia con el jefe del Estado", ha continuado.

El presidente no ha declarado a pesar de su intento en el que, en una carta dirigida al propio juez Peinado, solicitó que la declaración tuviera lugar por escrito dado su cargo. En esa carta, el presidente del Gobierno indicaba al juez que tiene voluntad de "colaborar" con la Justicia, pero defendía que su declaración como testigo debía ser por escrito dado que su comparecencia "resulta inescindible" de su cargo. "Es mi deber preservar el sentido propio de la institución", añadía.