Serpientes y tarántulas: descubren una colección ilegal de animales en Roquetas

La Guardia Civil ha abierto una investigación contra dos individuos en Roquetas de Mar (Almería) por presuntos delitos contra la flora y fauna, seguridad colectiva y maltrato animal, tras hallar en su domicilio diversos animales exóticos protegidos en condiciones inadecuadas y sin la documentación reglamentaria requerida. Entre los animales se encontraron serpientes, tarántulas tres perros clasificados como potencialmente peligrosos.

La investigación comenzó a raíz de un incidente que encendió las alertas de la Guardia Civil. Uno de los investigados fue atendido en el Hospital de Poniente, en El Ejido (Almería), después de sufrir una mordedura de serpiente, un hecho que inicialmente parecía una emergencia médica sin mayores implicaciones. Sin embargo, los detalles que surgieron en torno al episodio despertaron el recelo de los agentes, quienes decidieron profundizar en el caso.

La mordedura llevó a los agentes a investigar las posibles causas de que una serpiente venenosa estuviera en posesión del afectado y a considerar la tenencia ilegal de especies exóticas. Aunque el sospechoso fue dado de alta, esta situación generó suficientes indicios para justificar un registro domiciliario, autorizado en el marco de la legislación contra el tráfico y maltrato de especies protegidas. Esta búsqueda permitió confirmar que la vivienda albergaba especies exóticas en condiciones inadecuadas y, además, sin los permisos necesarios, revelando un posible caso de comercio ilegal de fauna.

En el registro del domicilio, agentes de la Guardia Civil descubrieron un varano acuático, una tarántula rosa y una serpiente real de California, además de dos ejemplares incluidos en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES): una pitón albina y un boa constrictor, ambos sin microchip ni documentación acreditativa de tenencia legal. Estos animales están protegidos por regulaciones que controlan su comercio internacional.

Asimismo, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil localizaron en el inmueble no solo una gran variedad de especies exóticas, sino también otros animales que vivían en condiciones higiénico-sanitarias deficientes, incluyendo tres perros considerados potencialmente peligrosos que carecían de las vacunas obligatorias y mostraban señales de maltrato.