Lo nunca visto: 30.000 kilos de boquerón en Garrucha en un solo día

Garrucha parecía ayer, más que nunca, Málaga: kilos y kilos de plateado boquerón fueron desembarcados en el Muelle ante la mirada atónita de los pescadores locales y de los curiosos que veían como iban y venían las cajas de este pescado casi desaparecido de las costas garruchas.

Hacía probablemente más de 40 años que no se veía una captura de tal calibre en esa rada del Levante almeriense, cuando la flota local se repartía entre el arrastre y la traíña.

En total fueron cerca de 3.000 cajas de este pescado azul las que se descargaron, una cifra aproximada a 30.000 kilos que fueron adquiridos integramente, a precio ajustado, por la empresa Garciden, la mayoría para venta en fresco a mercados de Madrid, Barcelona, Málaga y Murcia. Una parte se ha reservado para su tratamiento y envasado en fábrica. Esta monumental captura ha sido protagonizada por varios barcos de La Caleta (Málaga), Aguilas y Mazarrón en los cantos de La Ringla, entre Garrucha y el río de Mojácar, frente a los hoteles de Marina de la Torre, a una considerable distancia de 40 brazas de profundidad.

Un  espectáculo plateado
Hacía muchos años que no se veía un espectáculo tan boyante como el de ayer, con este pescado azul como protagonista y con Garrucha, por unas horas, como ‘Capital mundial del boquerón’.

El lunes también fue una jornada histórica con una captura también nada habitual de 1.500 cajas. Estos grandes bancos de boquerones no han aparecido esta semana, sino que son ya varias las jornadas en las que se vienen capturando, aunque no se desembarcan en Garrucha, sino en Aguilas y Mazarrón.

De hecho, ayer mismo, algunos de estos barcos murcianos vendieron la pesca en Aguilas donde se subastaron unas 2.000 cajas de boquerón capturado en esos cantos del Levante almeriense.

Hubo un tiempo en que en Garrucha había subasta de boquerón, sardina, jurel, caballa y otras especies de las capturadas por los barcos de cerco. Todo está aún por ver, si estas capturas son flor de un día o si el boquerón ha venido para quedarse.