Los murcianos se manifiestan y Almería no sabe qué hacer aún

La guerra del agua está servida por enésima vez en el Sureste peninsular por la terca sequía: a los regantes murcianos, que marcharán en manifestación a Madrid el próximo 13 de octubre, se  unen los agricultores del Campo de Cartagena que han anunciado un “paro agrario total” en toda la comarca  el próximo martes.

No hay agua, los pantanos están agostados, los trasvases levantan aristas entre comunidades y las desaladoras no dan abasto ante la demanda y a precios casi prohibitivos. En este contexto, que afecta a toda la España seca, los agricultores almerienses -sobre todos los del Levante y Almanzora que están en situación de SOS-  aún están a la espera de adoptar alguna decisión. Puede que se produzca hoy, en la cumbre sobre el agua convocada por la Federación de Regantes de Almería (Feral) a la que han sido invitadas también las organizaciones agrarias y un representante de las cooperativas de Coexphal.

Manchegos  y   murcianos
El encuentro provincial de los regantes almerienses coincide también con el anuncio que puede hacer hoy la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, para ampliar por un año hidrológico el decreto de sequía, lo que implicará un riego de socorro para el campo muciano de 10,4 hectómetros procedente del Tajo.

A este aporte no ha tardado en replicar la consejera manchega, Elena de la Cruz, quien, encolerizada, ha señalado que se “trata de un trasvase encubierto, sin tener en cuenta la opinión de Castilla la Mancha, el Gobierno está de rodillas ante cualquier petición de agua desde Murcia”.

Desde el ministerio se han anunciado también medidas para paliar la sequía como ampliar la capacidad desalinizadora de la región vecina. Entre estos planes se han citado la ampliación de la desaladora de Torrevieja de 40 a 80 hectómetros y la instalación inmediata de una tubería que pueda trasladar agua desde la desaladora de Valdelentisco hasta el embalse de Algeciras.

Mientras tanto los regantes almerienses tienen una lista de peticiones no atendidas por el Gobierno, quizá al detectar desde el Ejecutivo un mayor grado de conformismo que el de sus homólogos murcianos.

Entre estas demandas para paliar una situación de socorro que el vicepresidente de Feral, José Antonio Pérez tacha de “preocupante” y el presidente de Aguas del Almanzora, Javier Serrano de “catastrófica” están la reparación de la desaladora de Cuevas del Almanzora, la ampliación en 25 hectómetros del Trasvase del Negratín, la ampliación de la Desaladora de Carboneras como la que se va a realizar en Torrevieja, la Autovía del Agua desde Benínar al Almanzora y su conexión con la presa granadina de Rules y, sobre todo, la autorización para poder firmar convenios de cesión de agua como el que se le ha autorizado a Murcia con agua procedente de Estremera y La Poveda.

Hay más diferencias: mientras que Murcia tiene constituida una Mesa del Agua permanente, sin políticos y con  presencia de todos los agentes sociales. En Almería, la desaparecida Mesa de las Infraestructuras, en sus  últimas reuniones, consideró el déficit hídricos como un capítulo ya superado.

Otro agravio: mientras la ministra Tejerina se reune con los regantes murcianos y con el presidente de la Comunidad hace solo una semana, los regantes almerienses hace un mes que pidieron un encuentro con el secretario de Estado de Medio Ambiente y aún no han obtenido respuesta.