El Gran Hotel Almería, uno de los iconos más emblemáticos de la ciudad, está inmerso en un callejón sin salida. Cerrado a cal y canto desde la víspera de la Nochebuena de 2014 -dejando a 30 empleados en la calle- no hay señales que hagan viable una apertura a medio plazo.
El histórico establecimiento, donde se alojaron las estrellas del cine que vinieron a rodar a Almería, ha sido pasto en los últimos años de la ingeniería societaria de su penúltimo propietario, el empresario de origen catalán Miguel Rifá i Soler.
Seguirle la pista, a través del Registro Mercantil y de la Propiedad al Gran Hotel, es como subirse en un tiovivo y acabar mareado. Lo que sí está claro, dentro de esa gran telaraña judicial, en la que se encuentran los activos y pasivos de Rifá, es que el Popular, su principal acreedor, tiene la sartén por el mango para disponer del hotel en el que media Almería ha celebrado algún bautizo, boda o comunión en los últimos 50 años.
Las Swaps ahogaron a Rifá
El Banco Popular es el principal acreedor de las sociedades administradas por Miguel Rifá a través de una deuda de 54 millones contraída a través de sofisticados contratos de permuta financiera a futuro, denominados Swap, cuyo capital Rifá no pudo devolver.
Si embargo, la entidad que preside Angel Ron no ha dado ningún paso al frente para agilizar una deseable reapertura del hotel que la mayoría de los almerienses añoran con ver hecha realidad. El Popular, la quinta entidad financiera española por volumen de negocio, se encuentra inmersa en un proceso de reestructuración laboral con cierre de oficinas y prejubilación de empleados, y no parece que la falta de uso de este apartado hotel almeriense sea una prioridad en estos momentos, aunque se haya introducido ya en el Balance de la entidad.
El responsable de Reestructuración de Deuda de la Dirección Regional Granada-Almería, Santiago Herves, no quiso ayer dar detalles a este periódico sobre los planes que tiene el Banco sobre el Gran Hotel Almería.
Señaló que “el activo debe estar en manos aún de los servicios jurídico, si es que está aún en concurso de acreedores, algo que no puedo ni afirmar ni desmentir”. Este periódico ha podido saber que el Gran Hotel es un activo hipotecado por el Banco Popular y que ha recibido al menos una oferta de un fondo de inversión para reabrirlo, de la mano de una cadena hotelera y mediante un contrato de arrendamiento con derecho a compra, tras unas necesarias obras de rehabilitación.
Creciente deterioro
Mientras tanto, el establecimiento de la calle Reina Regente, languidece, y se deteriora cada vez más el interior de sus instalaciones. Hace unas semanas, la piscina y la terraza fueron utilizadas, por su lamentable aspecto, para rodar escenas de una serie británica ambientada en la guerra de Siria. En los últimos meses también se han visto furgonetas embalando material de cocina y de mobiliario del interior del hotel, a través de la puerta anexa de celebraciones, puesto que la entrada principal se encuentra clausurada con una gran madera.
Este periódico ha preguntado a la administradora concursal de Hotel Almería S.L.U, Gemma Soligó (Grant Thornton) a quién corresponde tener las llaves del legendario Gran Hotel- donde durmieron Harrison Ford o Claudia Cardinale- quien ha puntualizado que “el edificio no se encuentra dentro del activo de la sociedad concursada”, aunque sí las cargas hipotecarias.
Lo que dice el alcalde
Más de 25.000 camas hoteleras tiene la provincia- y más de la mitad sin ocupantes ahora en temporada baja- pero ninguna duelen más que las que permanecen sin uso desde hace 23 meses en el interior del Gran Hotel.
Para los almerienses, que el hotel del cine siga cerrado, es una afrenta, que ese icono que emerge entre el Parque y la Rambla haciendo chaflán siga sin vida es un puñetazo en el estómago de la urbe, y también para su alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, que ayer se refería a su triste situación. “Es una pena que cada vez que pasamos por el final de la Rambla, veamos el Gran Hotel cerrado, a quien corresponda le pido que agilice su reapertura”.
Fernández-Pacheco expresaba también ayer que “el Gran Hotel es un icono, no solo para los almerienses, sino también para los que nos visitan, algunos de los actores que vienen al Festival de Cine preguntan por el Gran Hotel, y no se explica cómo puede estar cerrado y tienen recuerdos de cuando se alojaron durante los rodajes hace varias décadas”.
Fernández-Pacheco expone que “hemos sabido del interés de empresarios que han venido a preguntar por la situación legal, pero no parece que haya habido nada formal y merece la pena que se estudie una buena oferta para su reapertura, más si cabe teniendo en cuenta el futuro que se abre con el Puerto-Ciudad”.
Cesión del solar
El Hotel se construyó en 1967 sobre un solar municipal de 1.000 metros, donde se ubicaba la Terraza Apolo, que se cedió gratuitamente a la sociedad promotora Hotalsa, presidida por Leandro Fernández de los Cobos, con el compromiso de un uso exclusivo hotelero.
Según el alcalde, “parece que cuando era concejal de Urbanismo Pablo Venzal estuvo estudiándose la posibilidad de que revertiera algún derecho al Ayuntamiento de esta cesión, pero no fue jurídicamente viable,”.
Cymar Gestión Hotelera, la sociedad que cerró el establecimiento, solicitó licencia de obra al Ayuntamiento para realizar obras de mejora. Pero, desde entonces, no se ha realizado ningún trabajo.
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