Las cementeras de Gádor y Carboneras pierden por los altos costes eléctricos

Con más del 70% del negocio volcado a la exportación cae la competitividad de Cemex y Lafarge Holcim

Fábrica  de cementos de Lafarge Holcim en Carboneras.
Fábrica de cementos de Lafarge Holcim en Carboneras.
Manuel León
01:00 • 27 ene. 2017

Ante la caída del consumo interior de cemento a niveles de los años 60, las dos cementeras almerienses tuvieron que diversificar mercados hace unos años y dedicar más del 70% de su producción a la exportación. Sin embargo, este nuevo rumbo de negocio para Cemex, en Gádor, y Lafarge Holcim en Carboneras, está siendo lastrado en las últimas fechas por los altos costes eléctricos.




Ambas compañías, en manos de multinacionales mexicana y francosuiza, emplean de forma directa e indirecta a más de un millas de trabajadores en la provincia. España sufre uno de los mayores costes eléctricos de Europa y eso hace menos competitivas a fábricas como las de producción de cementa que tienen un consumo intensivo de energía.
Ricardo López, presidente de la Asociación de Fabricantes de Cemento de Andalucía (AFCA), explica que “el coste eléctrico es la partida con mayor impacto sobre el coste de producción del cemento”.




Más de 2,7 millones de toneladas de cemento  y clinker (producto tal como sale de los hornos sin adimentos) salen anualmente de Andalucía rumbo a Africa y Sudamérica y una buena parte de esa cifra lo hace desde las fábricas almerienses.




Expone López que “el riesgo y la preocupación del sector es que al subir los costes de producción el coste final se encarece y eso nos puede hacer perder contratos porque hay otros competidores que no sufren esos precios eléctricos”.
El consumo nacional sigue a la baja: 2016 cerró con una caída del 12% con respecto al año anterior, producto no solo de la baja actividad de la construcción residencial, sino también de la obra pública.




En España, el precio medio del MWh desde 2012 a 2017 se sitúa en 47, 2 euros, frente a los 42 de Alemania o los 46 de Francia. La situación es tal que Oficemen, la patronal que reúne a las principales cementeras que operan en España, advirtió ayer de que la fuerte escalada de precios eléctricos registrada en los últimos días puede provocar el cierre de algunas de las 35 fábricas del sector en el país. Esto tendría un notable impacto sobre el paro en un sector que emplea a 15.000 personas.




Estas empresas pertenecen en muchos casos a multinacionales con presencia en otros países, por lo que el incremento del coste energético les resta competitividad tanto externa -frente a otras compañías rivales- como interna, en comparación con fábricas de la misma compañía situadas en otros territorios.






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