Una factura de más de 5 millones bloquea el tramo Pulpí-Cuevas

Técnicos de Sacyr reunidos hace unos días en Alicante con empresas de la obra pública indicaron su escaso convencimiento de poder realizar la obra del tramo de 12,5 kilómetros Pulpí-Cuevas “al no haber tenido a tiempo la libre disposición de los terrenos afectados por las expropiaciones”.

Sin embargo la verdadera razón de este atasco es otra, según fuentes  del Ministerio de Fomento: la empresa, que se adjudicó la obra con una quita del 51%, presiona desde hace tres meses a la Administración para que  le apruebe un modificado del 20%, sin ni siquiera haber iniciados los trabajos.

El  equipo de Iñigo de la Serna rechazó esta modificación presupuestaria y Sacyr mandó una carta pidiendo la rescisión del contrato. Por ahora, los equipos jurídicos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y de Sacyr no encuentran una salida a esta crisis que afecta directamente al desarrollo del proyecto del AVE en la provincia.
Mientras tanto, la empresa Ineco, subcontratada para efectuar las expropiaciones de las obras de plataforma, continúa su trabajo como si nada estuviera pasando.

Es más, la adjudicación a Sacyr del tramo Pulpí-Cuevas por 33 millones de euros ha marcado un antes y un después en la contratación de obra pública: el Administrador ferroviario ha decidido volver a ponderar la oferta técnica y no solo el precio y ha elevado el umbral de temeridad en los pliegos para reducir las bajas.

Manrique  calla
En los nuevos pliegos de contratos de ingeniería publicados este mes de febrero, con Juan Bravo de presidente del Adif, el peso de la propuesta técnica sube al 49% y la económica cae del 75% al 51%. Con esta nueva ponderación, la empresa de Manuel Manrique, que da la callada por respuesta ante el evidente retraso de la obra, no habría ganado el concurso.

Tanto Rafael Hernando, como Juan José Matarí, ambos diputados del PP por Almería, anunciaron por Pascua que el acuerdo llegaría y Sacyr reemprendería las obras el mismo mes de enero. Pero no ha sido así y las diferencias entre las partes aún están en varios millones de euros. Las obras llevan un retraso de 19 meses, desde que se adjudicaran en julio de 2015 y no es descartable que deban sacarse de nuevo a licitación.

A pesar de que se trabaja en un nuevo cronograma de las obras del AVE almeriense, más de una década después de que se iniciaran los trabajos en la zona de Sorbas y Los Gallardos, el único plazo fue el exteriorizado hace unos días por el presidente del PP y de la Diputación Provincial, Gabriel Amat, quien anunció que para 2020 el AVE llegará a la noble ciudad de Vera.

No obstante, para que ese sueño pueda ser realidad, hay que contar también con que otros tramos en territorio murciano como Lorca-Almendricos y Almendricos-Pulpí, aún en estudio y proyecto, pongan el turbo. Lo que sí parece que será realidad es la llegada de la línea a Murcia capital a final de año, a pesar de la escasa disponibilidad que se barrunta en unos presupuestos aún inciertos por la pugna política y por la competencia leonina del AVE a Galicia.

Lo que sí parece evidente es que los ciudadanos del Levante podrán disfrutar del AVE varios años antes que los de la capital, teniendo en cuenta los tramos pendientes hasta la Estación de la Plaza Manuel Fraga. Siempre que se mantenga en el proyecto el apeadero de Vera, que iba a ser Estación tras el diseño realizado por Ferrer Arquitectos.