El gas permitirá al invernadero llegar hasta el Almanzora

A día de hoy, la vieja comarca del Almanzora -de Huércal Overa hacia arriba- no tiene ni una sola hectárea de invernadero, según las últimas estadísticas de la Consejería de Agricultura de 2016. Las frías temperaturas nocturnas durante una gran parte del año en esa franja geográfica, han hecho inviable el desarrollo de la agricultura intensiva. Los productores de la zona se restringe al almendro, al olivo y a los cítricos, que han ganado espacio en los últimos años.

Sin embargo, esta rivera seca como una calavera cuenta desde hace poco más de un año con una nueva fuente de energía -el gas natural- que puede empezar a mover el interés de inversores por proyectar superficies de cultivo bajo plástico. Desde la playa de El Perdigal de la capital hasta Baza, la compañía Redexis completó en 2015 un gasoducto de 135 kilómetros que atraviesa un valle de13 municipios, aún sin explotar desde el punto de vista de la agricultura bajo plástico.

Las posibilidades que ofrece el gas para el invernadero son las de neutralizar las puntas de frío con calefacción por gas, una fórmula energética que Holanda aplica desde hace décadas. En Almería también lo han empezado a hacer empresas como Biobelmonte, junto al PITA, para intensificar la producción en épocas de frío, en las que hay mayor demanda europea.

La clave, por tanto, para que sea negocio cultivar pepinos, tomates o calabacines en Albox, Tíjola o Purchena, como se hace en El Ejido o La Mojonera desde hace 50 años, está en que los costes de producción no se disparen con respecto a los precios a los que se pagan las hortalizas.

Por ahora, esa holandización de los predios del Almanzora, que cuenta con 50 hectómetros de agua del Trasvase del Negratín, puede sonar a ciencia ficción, tanto como para los parraleros del Campo de Dalías lo que vino después.
José Enrique Carretero,  director de Redexis en Andalucía, explica que “el gas a pie de invernadero abre un mundo nuevo para los sectores económicos como está ocurriendo con la piedra natural y como puede ocurrir con la agricultura adaptando invernaderos multitúnel como ha ocurrido en muchas partes de la Europa fría”. La llegada del gas natural a una comarca hace que se convierta en polo de atracción para otros negocios.

Alvaro de la Haza, vicepresidente de Grupo Cosentino, uno de los principales consumidores de gas natural argelino, apela a que la provincia de Almería necesita una planificación a futuro de sus fuentes de energía y hay que pensar siempre a largo plazo y por qué no pensar en el gas para desarrollar invernaderos en el Almanzora”.