La industria almeriense del invernadero, consolidada en una superficie global de más de 30.000 hectáreas, será, aún más, en las décadas venideras una despensa para el crecimiento demográfico de la población europea y mundial.
Sin embargo, tendrá que superar algunos retos, además de los cambios demográficos, como la mutación del mapa económico, el progreso de las zonas de urbanización y la revolución tecnológica y el cambio climáticos, en el que el agro almeriense es un sumidero de CO2 y una gran difusor de oxígeno.
Estas son algunas de las tendencias destiladas ayer en la presentación en el Centro Cultural de Cajamar del informe ‘Claves para la transformación del sector agroalimentario andaluz’, que ha sido elaborado por la consultora PwC por encargo de Empresarios del Sur de España (Cesur).
Los desafíos del sector agrícola para los próximos años según Enrique Manso, autor del informe, son, entre otros el de que las empresas agroalimentarias ganen en tamaño abordando para ello operaciones de fusión o avanzando en el cooperativismo de segundo grado. En la transformación, es necesario mayor control de proveedores y calidad de materias primas”, expresó Manso.
Las palancas para el desarrollo de la actividad agrícola almeriense en particular y andaluza en general, según esta publicación, deben pasar por la mejora de la competitividad a través de la tecnificación, la digitalización como palanca de eficiencia, la profesionalización, la integración vertical del sector y apoyo de otros agentes.
La búsqueda de nuevos mercados ante el estancamiento de los europeos, provocará un nuevo equilibrio global inclinado hacia la zona de Asia-Pacífico, acrecentará la tendencia de abandono y despoblación del campo y la brecha entre el mundo urbano y rural (80% del territorio andaluz y un 32% de su población).
El consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez, ha participado en la presentación del informe y ha estado acompañado del presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, el consejero delegado de Cesur, Fernando Seco y los responsables de PwC Luis Fernández y Enrique Manso.
Como ejemplo del potencial agrario andaluz, el consejero ha subrayado que Almería continúa liderando las exportaciones, alcanzando la cuarta parte del valor (25,7 por ciento), más de 1.800 millones de euros, dejando un saldo comercial positivo de 1.600 millones de euros.
Es la provincia española que más hortalizas exporta, una de cada tres hortalizas españolas procede de Almería (el 36 por ciento de toda la producción nacional de 2016), alcanzando un valor de más de 1.200 millones de euros. En los ocho últimos años las empresas almerienses de otros sectores están mostrando una clara vocación exportadora.
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