El Congreso de los Diputados aprobó ayer la propuesta de la ley de aguas que se ha redactado para tratar de hacer frente a los efectos de la sequía, un decreto que incluye una propuesta del Grupo Socialista de rebajar el agua desalada en aquellas zonas en las que más está afectando la falta de agua, estableciendo un precio social de 30 céntimos por metro cúbico.
Esa propuesta fue trasladada por la Mesa del Agua de Almería a los representantes del PSOE hace varios meses, impulsados por el hecho de que la medida ya estaba siendo aplicada en la vecina Murcia al disponer desde hace un par de años de un decreto de sequía de ámbito autonómico.
Decreto andaluz
Tras ser aprobada la propuesta que incluye ese ‘precio social’ para el agua desalada, los regantes almerienses esperan ahora que la Junta de Andalucía acelere en la aprobación de su propio decreto de sequía, un proyecto en el que ya trabaja la Consejería de Medio Ambiente con el compromiso de sacarlo adelante en el primer trimestre de este año.
Con ese decreto en la mano, los agricultores de la provincia tendrán derecho a beneficiarse de la nueva norma, vía subvención de los precios del agua desalada. En la actualidad los precios del procedente de desaladoras se está pagando entre los 50 y los 60 céntimos a pie de planta, con lo que tras la aplicación de otros costes como los de bombeo, distribución o la aplicación del IVA sube por encima de los 70 céntimos.
Mejoras
Pero para que los agricultores puedan aprovechar el precio subvencionado no sólo es necesario que la Junta declare oficialmente la sequía, sino que desde la Federación de Regantes de Almería (Feral) se ha pedido que se aproveche todo el potencial de generación de agua desalada existente.
Para ello han pedido que las plantas existentes incrementen su capacidad de producción (casos de las desaladoras de Carboneras, Almería o Balerma), que la que existe en Villaricos sea reparada (lleva cinco años averiada desde que se vio seriamente afectada por las riadas) y pueda suministrar los 15 hectómetros cúbicos para los que fue construida, que se rescate la de Rambla Morales, actualmente en desuso, o que se construya otra en la comarca del Almanzora para otros 15 hectómetros cúbicos que los propios regantes están dispuestos a cofinanciar.
Déficit
Con esas actuaciones, que requieren en cualquier caso inversiones públicas en el caso de la ampliación de Carboneras, la recuperación de Rambla Morales o la reparación de la de Villaricos. Sin embargo la suma de caudales posibles que se produciría estaría por encima de los 110 hectómetros cúbicos, permitiendo absorber casi el 70 por ciento del déficit hídrico actual que se calcula en unos 170 hectómetros cúbicos.
Quedaría pendiente la ejecución de otros proyectos de conducción y distribución, necesarios para que ese agua pueda llegar hasta las zonas en las que se necesita.
Pacto del agua
La aprobación de esta ley para paliar los efectos de la sequía ha contado con el apoyo de los dos grandes grupos parlamentarios, los del PP y el PSOE, al aceptar los primeros varias de las enmiendas de los socialistas, especialmente la de aplicar ese precio social para el agua desalada en otros territorios igualmente afectados por la escasez..
Subvencionar el precio del agua desalada no es la única novedad ya que se ha incluido la creación de un Fondo Público del Agua para controlar las compraventas que se realizan de este recurso.
En cualquier caso esta ley específica para las zonas que están padeciendo en mayor medida los efectos de la sequía se considera un buen ensayo de cara a sacar adelante el famoso Pacto Nacional del Agua, para el que se está buscando el máximo consenso posible entre todas las partes.
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