Los hoteles almerienses no atraviesan su mejor momento debido, sobre todo, a la guerra de precios que ha impuesto el exceso de oferta y que lastra la rentabilidad. Y la muestra más palmaria de esa situación es la sucesión de ‘deserciones’ por parte de varios de los grupos nacionales que gestionaban varios de los establecimientos en la provincia.
Es la resaca aplazada del mágico año 2005, cuando Almería fue sede de los Juegos Mediterráneos. En los años previos se construyeron una decena de hoteles de cuatro estrellas y de alto nivel de equipamiento repartidos por la ciudad y la urbanización de El Toyo.
Pero la realidad, como cuenta uno de los hoteleros almerienses, es hoy distinta: “a Almería vienen los que vienen y, para poder competir con tantos establecimientos, hemos tenido que reducir los precios hasta niveles que rozan la rentabilidad”.
Deserciones
Ese descenso en la rentabilidad ha hecho que la mayor parte de los grupos que aterrizaron en Almería al olor del negocio que suponía la celebración de los Juegos Mediterráneos hayan ido desapareciendo del sector hostelero de la provincia.
En los últimos años han ido desapareciendo de la provincia marcas clásicas del sector hotelero nacional. Sólo en el último año se han producido varias ‘deserciones’. Es el caso de la cadena Sol Meliá que el pasado mes de febrero decidía echar el cierre del hotel que gestionaba en la Avenida del Mediterráneo, el Trip Indalo, que permanece cerrado desde entonces.
La Envía
También este año, en el mes de julio, se anunciaba la venta del Hotel La Envía Golf a la cadena ibicenca AzuLine Hotels. El establecimiento, que ha estado en manos de Cajamar durante los últimos años, ha pasado sucesivamente por las manos de grupos como Barceló, Hoteles Playa o Vincci Hoteles.
Misma situación para la Cadena Husa, propiedad del ex presidente del Barça, Joan Gaspart, o el Gran Hotel Almería, hoy en manos del grupo Ohtels. El que mantiene negocio en Almería capital es NH Hotel Group que, desde el año 2004 mantiene un contrato de arrendamiento con la sociedad Jardines de Medina Hoteles, propietaria del establecimiento, una situación que no se ha visto alterada y el hotel continúa gestionándose con total normalidad.
En buena parte de esos casos han sido empresarios locales los que se han hecho cargo de los establecimientos hoteleros de la capital, como en el caso del antiguo hotel Vincci de la Avenida del Mediterráneo, reabierto tras unos años cerrado por un grupo del que forman parte Tony García, Antonio Aguilar y el doctor Manuel Vida.
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