No solo China sufre el drama del coronavirus, también padece desde hace más de medio año, salvando las distancias, las consecuencias de la peste porcina que lastra su economía y su consumo: China es tradicionalmente el principal productor y consumidor de carne de cerdo del mundo, con 56 millones de toneladas al año destinadas al consumo interno en 2019.
En ese no hay mal que por bien no venga en el mercado de esta industria cárnica, quienes más beneficiados están saliendo son los productores españoles en general y los almerienses en particular. El porcino almeriense, con una cabaña que supera ya las 500.000 cabezas, ha encontrado su mejor aliado en esa enfermedad que tiene una incidencia del 100% de mortalidad.
Las estimaciones del Gobierno chino es que la peste está matando casi al 50% de su cabaña en los últimos meses, lo que ha elevado las importaciones principalmente de España y Alemania. El precio de la carne de cerdo en origen en España se ha disparado hasta alcanzar unos máximos casi históricos que bordean los 1,5 euros por kilo. Los mayores picos se marcaron la pasada Navidad.
Zonas productoras Almería es, desde hace décadas una de las principales zonas productoras de carne de cerdo de Andalucía junto a la zona de Antequera, Campillo y Sevilla. Se trata de una producción muy localizada en zonas concretas como las de Huércal-Overa, Pulpí, Albox, Los Vélez, Tabernas y Níjar, principalmente dedicadas al cebo y en menor medida a la reproducción. La cotización del kilo de carne en vivo se alza a 1,45 euros el kilo por la menor producción de lechones. El incremento del precio medio se ha disparado por encima del 20% durante 2019, según informe de PwC, aunque es un mercado muy fluctuante. El alza de la carne en origen que beneficia a los ganaderos y mataderos almerienses, lastra los resultados de las grandes comercializadoras como Campofrío o El Pozo.
Aunque la mayoría de la carne porcina de Almería se vende en mataderos de Murcia y Málaga, también ha crecido la demanda de carne congelada para la exportación a China. El precio del despiece ha llegado a crecer un 75% en el caso del tocino sin piel o un 35% en el caso de la panceta, la espalda y la papada. El secretario de la Federación de Industrias Cárnicas, José Collado, ha expresado su preocupación por el incremento del precio de la materia prima para las compañías, algo que beneficia, empero, al segmento de negocio almeriense.
El propio Ministerio de Agricultura chino estima que la producción seguirá bajando y no recuperará los niveles de 2018 hasta 2024. En el último año se han multiplicado en las distintas comarcas almerienses la demanda para la apertura de nuevas explotaciones en los Vélez, Huércal-Overa y Pulpí.
En este último municipio se ha autorizado una explotación de recría de lechones en el paraje de Los Vizcaínos. También está prevista una explotación de 1.040 cabezas en El Campillo de Vélez-Rubio y otra en Tabernas.
En Huércal-Overa, tras la demanda de un colectivo vecinal, solicitando el freno a nuevas licencias, el Ayuntamiento aprobó el pasado mes medidas para limitación la instalación de nuevas granjas porcinas por los perjuicios ocasionados para el vecindario en la gestión de los purines. La zona de especial protección de granjas porcinas huercalense se ha ampliado al paraje de García, junto a Sierra Almagro.
Han medrado también proyectos de nuevos cebaderos en los últimos años en Albox, Somontín, Taberno, Macael, Urrácal y Tíjola. Empresarios del mármol han invertido también este sector agropecuario que asegura cierto margen de negocio.
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