Hoteles de Almería: solo dos de cada diez camas estuvieron ocupadas en 2020

El sector turístico en Almería ya tiene cifras: en el conjunto de 2020, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, Almería ha recibido 508.000 turistas frente al 1,1 millones de 2019, lo que se traduce en un desplome del 56%.

De igual forma, el número de pernoctaciones pasó de los 5,4 millones en 2019 al 1,4 millones de 2020, lo que significa un derrumbe del 73%. No por esperado, a tenor de los confinamientos decretados por el Gobierno a través del Estado de Alarma, deja de ser menos desesperante el clima en el que vive el gremio de hoteleros de la provincia, junto al de bares y restaurantes, el más acosado por esta pandemia. 

Según la encuesta Egatur, sin embargo, el gasto medio por turista ha sido tímidamente superior este último año con respecto a 2019, al pasar de 1.199 a 1.331 euros anuales.

Según la curva de ocupación de Frontur, solo se recuperaron en parte los ingresos del sector en julio y agosto, pero volvieron a caer en picado a partir de octubre hasta ahora con la segunda y tercera ola. 

Según la Encuesta de Ocupación hotelera, en datos recogidos por Asempal,  el número de establecimientos hoteleros de todas las categorías abiertos al cierre del año era de 102 frente a los 162 de 2019, con un número de habitaciones estimadas de 3.015 frente a las 6.429 de antes de la pandemia. 

El grado de ocupación de habitaciones no ha alcanzado el 20% en 2020 y en agosto, cuando más subió, se quedó en un 48%, cuando un año antes la ocupación media en agosto fue del 84%.

El personal empleado en el sector turístico al cierre de 2020 fue de 494 personas, cuando un año antes se establecía en 1.504 y en agosto 2.787, con un descenso de casi el 50% respecto al año anterior.

Ni siquiera el incentivo del bono turístico lanzado al mercado por la Junta de Andalucía hace unos meses ha servido para  que el sector recupere algo de pulso. No obstante, más de 200 empresas entre agencias de viajes, alojamientos turísticos, campings, casas rurales y apartamentos turísticos han solicitado poder dispensar a sus clientes este incentivo para viajar  y a pesar de que aún está en vigor hasta el 31 de mayo, no ha servido de revulsivo por los cierres perimetrales y demás actuaciones provocadas tras la tercera ola de la pandemia.