Martínez Cano: “Ojalá me recuerden como alguien que creyó y luchó por el futuro”

Las Cámaras de Comercio de Almería y de España entregan al empresario sus medallas de oro

Evaristo Martínez
23:41 • 15 nov. 2021

En la “isla de Almería”, esa por la que tanto ha luchado para que venciera su secular incomunicación, Diego Martínez Cano (Macael, 1959) recibió este lunes un doble reconocimiento. Dos medallas, ambas de oro. Una, la del mérito cameral concedida por la Cámara de Comercio de Almería, institución que dirigió durante trece, casi catorce, años. Otra, la otorgada por la orden de las Cámaras de Comercio de España. También el aplauso de la sociedad civil y del tejido empresarial almeriense, aunque esto es algo de lo que puede presumir llevar años disfrutando.



En una mañana cargada de actos que obligaron a las autoridades a ir encadenando cambios de escenario, el salón de actos de la Cámara se llenó pese a ser una hora, digamos, poco ortodoxa para eventos de estas características: las dos y cuarto de la tarde.



Pero no faltó nadie: representantes del Ayuntamiento de Almería, la Junta, la Diputación, el Gobierno, la Universidad, la Legión, Asempal, la judicatura, alcaldes de la provincia, ex presidentes de la Cámara almeriense y directores de medios, entre otros, quisieron arropar al cariñosamente conocido como ‘MacGregor’, apodo que le viene por un ‘spaghetti’ con música de Morricone rodado en Almería, recordó en la presentación el periodista David Baños, quien valoró del homenajeado su “esfuerzo” y su “aptitud”, su “saber ganar” y también su “saber perder” y su capacidad para trabajar en equipo. Rasgos que le vienen desde que se fajaba como futbolista en el Atlético Macael, donde ganó su primer sueldo que se materializó en forma de 600.



Las intervenciones



En el doble reconocimiento, Martínez Cano estuvo flanqueado por Jerónimo Parra, actual presidente de la Cámara de Comercio de Almería, y José Luis Bonet, presidente de las Cámaras de Comercio de España. 



El primero confesó estar con un “nudo en el estómago” por el reconocimiento a quien fuera su presidente, al amigo que no “abandonó el barco” cuando vinieron mal dadas. El segundo alabó cómo supo “aguantar la institución” en tiempos de zozobra (la eliminación de la cuota cameral,  “error trágico” de la era Zapatero, dijo) y su “encomiable labor” en defensa del abandono del aislamiento de Almería.



Con esa imagen, la de “isla de Almería”, concepto que se acuñó en la Cámara tal y como recordó Martínez Cano, abrió el homenajeado su intervención tras recibir las medallas. El presidente de Cuellar Stone hizo un viaje por su trayectoria al frente de la institución, de 2006 a 2019, divididos en dos etapas: el tiempo “de la abundancia”, hasta 2010, y el que se dibujó entonces, cuando la supresión del recurso cameral les dejó “huérfanos e indefensos” ante el mercado. 



No quiso olvidar a quienes trabajaron con él “codo con codo”, ni a las 40 personas de las que tuvieron que prescindir en los días grises (“a ellos mis disculpas”) ni a figuras como Francisco Martínez-Cosentino, José Cano, Miguel Uribe, Jerónimo Parra y José Antonio Flores. Habló asimismo de los retos de futuro, “apasionantes” pese al siempre presente fantasma de la “incertidumbre”. De conceptos como “ética empresarial”, “buenas prácticas” y “desarrollo sostenible”. Abogó por la necesidad de una Europa fuerte en la que quepa una Almería que siga trabajando en la senda de la “formación, innovación e internacionalización”. Y se lamentó de que la provincia aún siga teniendo que pelear por el agua y las comunicaciones ferroviarias.


En su recorrido profesional y vital, Martínez Cano dejó para el final a las piezas clave: su mujer, Lola; su familia; su gente de Cuellar y de la fundación para personas con capacidades diferentes Los Carriles, que preside. A sus hijos les pidió que le recuerden como un hombre que “creyó y luchó por el futuro”. Sus nietos Diego y Olivia podrán presumir algún día de que tienen un abuelo con dos medallas de oro.


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