El Gobierno planea subvencionar las hortalizas como la gasolina

El Gobierno de coalición trabaja ya en un plan de medidas para abaratar el precio de los alimentos de primera necesidad, como es el caso de la frutas y hortalizas, para frenar los efectos  ruinosos de la inflación en la cesta de la compra. Se trata de una medida, sobre el valor de mercado de los alimentos, con repercusiones aún inciertas en la industria agroalimentaria almeriense, tanto para los precios de los productores en origen y los de las comercializadoras con las cadenas de distribución.

El presidente Pedro Sánchez avanzó la pasada semana que la prórroga del decreto para combatir la inflación seguirá adelante con mayor ambición y que dentro de las novedades está el nuevo intento de abaratar la cesta de la compra. La ministra de trabajo, Yolanda Díaz, ya intentó en septiembre que fueran las propias distribuidoras, quienes ofrecieran cestas de la compra saludables a precios rebajados. Pero no se consiguió. Díaz también se posicionó a favor de establecer topes en algunos alimentos como las hortalizas, que en su mayor parte se cultivan en el invernadero almeriense, pero la propuesta fue rechazada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que advirtió que podría vulnerar el libre mercado. 

Esta nueva formula que planea el Gobierno para contener los precios de los alimentos básicos pivota sobre la idea de facilitar un cheque alimentario para familias vulnerables que funcionaría como el ya aprobado para la calefacción; otra idea sería la de algún tipo de bonificación fiscal en productos de primera necesidad o el de un descuento en los supermercados como el que aún se aplica sobre la gasolina en las estaciones de servicios. En cualquier caso, no parece que tenga un efecto negativo para el sector agrícola almeriense, sino todo lo contrario: una ayuda en el precio de tomates, pimientos o berenjenas incentivaría su consumo y crecerían las ventas. Sin embargo, no parece una medida significativa para las cooperativas y alhóndigas almerienses, puesto que el 80% de su producción se envía al exterior.

Lo que parece que ha sido descartado, por ahora, por el Gobierno es una rebaja del IVA de determinados alimentos, puesto que ya algunos productos soporta un impuesto sobre el valor añadido reducido.

El foco para Díaz está en el margen de ingresos de las distribuidoras. “El Banco de España dice que hay una traslación directísima del incremento de los precios a los beneficios de la distribución”, dijo. “Hay empresas que se están beneficiando de la crisis”, ha expresado Las grandes distribuidoras, por su parte, reclaman una revisión de la carga impositiva del sector. Fuentes de Anged, la patronal que agrupa a Mercadona, Carrefour, Alcampo y Dia, denuncian que, en el último año, el Gobierno ha añadido una treintena de nuevos costes fiscales y regulatorios a la ya de por sí complicada situación. Y vienen más.

El 1 de enero entra en vigor el nuevo impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables, una figura cuyo tipo será de 0,45 euros por kilo. La distribución prevé que la tasa acabe trasladándose al precio final en los estantes de los comercios. Piden una moratoria en esta figura o en la de gases fluorados, que afecta a la refrigeración. 

Los datos del IPC en Almería, aunque se han contenido en los últimos dos meses, siguen disparados con respecto a años anteriores. El último dato de inflación fue el pero de la serie histórica con un alza del 15,4% a nivel nacional, aunque en Almería se ha situado en un porcentaje más bajo cercano al 8%.

Por provincias, con respecto al mes anterior, los precios han subido en todas ellas, especialmente por encima de la tasa regional en Huelva (1,5%), Jaén y Córdoba, ambas con un aumento del 1,4%.

 En Sevilla y Málaga se registra la misma tasa que la media andaluza (1,3%), mientras que se sitúan por debajo Granada (1,2%), Almería (1,1%) y Cádiz (1%).