La semana pasada, la Cadena Ser publicaba un estudio del dinero en ayudas procedentes de Europa que perdemos y no se recupera. En el artículo se decía que “los 140.000 millones de ayudas que la UE destinará a España casi se han convertido en un eslogan político, pero detrás de esa cifra hay mucha letra pequeña que hace prácticamente imposible gastar todo ese dinero”
Hay cientos de ayudas y no solo de Europa, sino también del Gobierno o la Junta de Andalucía, que en un alto porcentaje son para empresas, pero uno de los principales problemas que se encuentran los empresarios es el tiempo que requiere su estudio y en muchas ocasiones un interminable papeleo, además de una letra pequeña por la que uno no sabe muy bien por dónde tirar.
Nos hemos puesto en contacto con Asesoría Antonio Pérez que, precisamente, cuenta con un departamento especializado en gestionar las ayudas y subvenciones públicas. Mª del Mar Vivas, junto con el resto de departamentos de la Asesoría se han coordinado para facilitar que las subvenciones a sus clientes sean aprobadas sin que luego surjan sorpresas de última hora. “En nuestro día a día vemos que la mayoría de las empresas se desesperan cuando se encuentran con toda la lista de trámites y requisitos que les solicitan las distintas administraciones para poder acceder a una subvención. Vemos también que muchas de esas empresas nos llegan del boca a boca porque nuestros propios clientes les comentan que han conseguido una subvención y nosotros nos hemos hecho cargo de la tediosa labor del papeleo” nos cuenta Mª del Mar.
Ayudas por contratación de trabajadores indefinidos, para el transporte, el kit digital, los famosos ERTES… la lista es interminable y son muchos los sectores y las empresas que pueden solicitar estas subvenciones.
El Tribunal de Cuentas Europeo en su informe de gastos de los fondos de resiliencia, revela que entre 2014 y 2020 España únicamente gastó el 39% de las ayudas que recibe. El 61% restante se pierde por falta de eficiencia en la tramitación, burocracia, falta de proyectos o falta de control efectivo del gasto. “Es dinero público destinado a un fin y los trámites que hay que seguir son muy estrictos, en muchas ocasiones hay también que justificar el gasto o la inversión y hay que tener muy claro si la empresa o persona que va a solicitar cada ayuda cumple los requisitos, por lo que hay que hacer un estudio detallado para no llevar a engaño a nuestros clientes” destaca Mª del Mar.
Pero una vez pasado todo el trámite, el dinero llega: ”dependiendo de la ayuda, unas tardan más en concederse y otras, por el destino al que van dirigidas, se conceden en un plazo muy rápido; pero, al final, el dinero tiene que llegar. Solo este año hemos tramitado cientos de ayudas y subvenciones, que es dinero al que tienen derecho las empresas y autónomos y es importante que su asesor los tenga informados” nos dice Mª del Mar de Asesoría Antonio Pérez.
Para conseguir que este dinero llegue al tejido empresarial es muy importante que estemos informados, por medio de los colegios y asociaciones profesionales y que busquemos a expertos que nos ayuden en su complicada tramitación.
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