El buque insignia de la investigación busca nuevos caladeros en Alborán ter

Los cantos, las honduras y oquedades donde se refugia el pescado es uno de los secretos mejor guardados en los puertos de mar de la provincia como Garrucha, Almería, Carboneras o Adra.
Esos caprichos de la costa, donde se llena el copo, lo transmitía el gremio de jabegotes de padres a hijos, de generación en generación como la mejor herencia. Todavía quedan viejos navegantes que conservan una vieja libreta gastada con los rudimentarios croquis de sus progenitores.
Los caladeros almerienses de pescado y de marisco, los ricos filones cuajados de especies, cada vez se agotan más, a pesar de que ha disminuido la flota y que se observan de vez en cuando periodos de veda. Por ello la Administración, a instancias de la cofradías y organizaciones pesqueras, ha realizado peticiones al Instituto Oceanográfico para que se realicen prospecciones costeras que puedan dar con nueva zonas de reserva de pescado, como si fueran filones del mineral almeriense de antaño.
Un buque de nombradía, quizá el mejor en su género, el Miguel Oliver, está realizando estos días un estudio de los recursos pesqueros en el Mar de Alborán, donde las posibilidades de diversificar caladeros son aún viables.
La costa almeriense, de Levante a Poniente, ha vivido de cantos tradicionales que parecen agotarse. Es el caso de El Berín, Canto Boría, Canto La Garrucha, Canto Nuevo, Cantillo, los Congos, Mónsul o las Quinientas viviendas.
El barco investigador, perteneciente a la Secretaría General de Pesca, ha realizado durante quince días un estudio en el Mar de Alborán con objeto de conocer el estado de sus recursos pesqueros.
Este buque, de investigación pesquera y oceanográfica, cuenta con un equipamiento pionero para Prospección Pesquera y actualmente sigue con su actividad investigadora en el ámbito de la pesca, todo ello con el fin de dar apoyo al asesoramiento científico en relación a la Política Pesquera Común.

Indice  de abundancia  El Instituto Oceanográfico realiza anualmente esta campaña, con el fin de obtener índices anuales de abundancia para las distintas poblaciones demersales (especies que habitan próximas al fondo) de interés pesquero y de otras acompañantes, que aunque no tengan un interés comercial por el momento, se capturan al pescar las especies más cotizadas.
Estos índices permiten seguir la evolución de la biomasa relativa, composición de tallas, reclutamientos relativos y biomasa relativa de reproductores de estas poblaciones.

Arte de arrastre El muestreo se obtiene con un arte de arrastre de malla muy pequeña (35 mm de diámetro) que permite retener la mayoría de los ejemplares que entran en el arte.
 Los lances tienen una duración estándar de media hora y se distribuyen aleatoriamente dentro de los estratos en que se divide la zona a muestrear.
Las especies más capturadas en los puertos de la provincia en lo que va de año son  el jurel, caballa, sardina y alacha (a la traíña). La gamba roja, capturada en Garrucha y Almería, es la que ha obtenido un precio más elevado a una media de 27 euros el kilo.