El campo sufre por la sequía y exige medidas para sobrevivir

Miles de pequeños agricultores almerienses empiezan a perder los nervios. La sequía, que se prolonga ya durante más de dos años, está asolando los campos, especialmente los del interior provincial y la zona del levante y norte, y amenaza ya no sólo las producciones, sino a la propia supervivencia de muchos cultivos.
Las tres principales organizaciones agrarias de la provincia, COAG, ASAJA y UPA, y la Federación de Cooperativas Agrarias (FAECA) han recogido esa inquietud y han convocado una gran concentración este próximo martes en la capital almeriense.
Quieren que se conozca el drama que están viviendo muchos agricultores y ganaderos y buscan presionar a las administraciones públicas para que sean sensibles al grave problema que están padeciendo a causa de la sequía.

Periodo seco Los datos pluviométricos indican que en el levante y norte almeriense se vive uno de los períodos más secos del último siglo. Este año, entre enero y marzo, sólo se han recogido 13 litros, ni la cuarta parte de la media histórica de precipitaciones.
Un informe preparado por los técnicos de las organizaciones agrarias indica que tal sequía está afectando a la nacencia y al normal desarrollo de los cultivos de secano, y ya está llegando incluso a los regadíos al descender de forma acusada las reservas.
El problema se ha agravado también, paradójicamente, cuando han llegado las precipitaciones, y es que en el último mes han sido sólidas, es decir en forma de granizo, que ha provocado destrozos importantes en almendros, olivos o viñedos.
Los cultivos de secano, muy dependientes de las lluvias, están siendo los más afectados, entre ellos los de cebada, avena, trigo blando o trigo duro. También leguminosas como yeros o veza, y leñosos como el almendro o el olivar.

Las pérdidas  Los primeros datos sobre la previsión de campaña no dan pie al optimismo; en los cereales se da ya por perdida el 85 por ciento de la cosecha de este año, mientras que en almendra se espera una disminución que podría rondas el 40 por ciento de no producirse precipitaciones suficientes en las próximas semanas, algo que todo apunta no ocurrirá.
Si grave es la pérdida de las cosechas, las organizaciones agrarias consideran incluso más preocupante la situación extrema de muchas plantas. Francisca Iglesias, secretaria provincial de UPA, señalaba ayer que al menos 9.000 hectáreas de almendros se han perdido ya y será necesario arrancar las plantas secas y reponer los árboles que, en el mejor de los casos, tardarán tres o cuatro años en dar sus frutos, y más hasta alcanzar la producción normal.

Sin respuestas  Las protestas y demandas que se han realizado en los últimos meses desde las organizaciones agrarias o de las cooperativas no han tenido más respuesta que la ‘comprensión’ por parte de los representantes institucionales y de las adminitraciones y por eso han decidido dar un paso más e iniciar movilizaciones para pedir medidas, apoyos, soluciones para salvar sus cosechas y sus tierras.
La manifestación del próximo martes arrancará ante la sede de la Delegación de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta, para trasladarse posteriormente a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Almería. A ambas administraciones les reclamarán mayor implicación en este problema.