El AVE a Almería sería de los más rentables

Mañana puede ser tarde: es el lema elegido por los empresarios  para hacer piña esta tarde en el Teatro Cervantes, un escenario de sueños, que hoy busca ser plató de realidades.
Es una de las escasas veces en esta ciudad ahora milenaria en que los patrones saltan al ruedo a reivindicar -lo hicieron también en la campaña ‘Almería sin salidas’-.
No queda más remedio, aseguran los dirigentes  sotto voce, la gente se tira encima. A pesar de la canícula que preside este mes con nombre de emperador romano, a pesar de que a la gente le pilla ya en bañador en San José o Aguadulce, en Mojácar o Terreros, hay algo en el ambiente que huele a que a Almería le están volviendo a robar la cartera. Cien millones hay en el pen drive de los presupuestos del Ministerio de Fomento  para este año en el AVE de Murcia a Almería.
Pero los empresarios, representados en los Canos -uno de Vera y otro de Macael- ya se creen muy poco. Como cada anualidad, las cifras se marcan en Excel, pero no se ejecutan. Al menos por tierras urcitanas. No es solo el AVE o la finalización de la Autopista A-7 a Málaga, no es solo el Gobierno Central: los dardos empresariales de hoy irán también sobre el Palacio de San Telmo por esa Autovía del Almanzora, por la Variante de Roquetas, por la Carretera Vera-Garrucha. Sobre Almería pende otra vez el riesgo certero de ser otra vez la última provincia española, como ocurrió a finales del XIX, con el ferrocarril  Linares-Almería.
Llegó un almeriense al ministerio, Jesús Miranda Hita, y empezaron a aparecer túneles y viaductos por la Sierra Cabrera, por Sorbas y Los Gallardos. Ahí han quedado como mortajas del esperado AVE.
Esta tarde, Diego Martínez Cano y José Cano, tanto monta, abrirán el telón con una presentación técnica que mostrará la competitividad de Almería, las pruebas de hecho y de derecho de que el AVE de pasajeros y mercancías a Almería sería uno de los más rentables para las arcas públicas. A continuación se dará lectura y se firmará un manifiesto. Mañana puede ser tarde para Almería, ya lo está siendo, sobre todo si se tira de hemeroteca y se recuerda que a Almería iba a llegar el AVE en 2005.

Las crónicas de Rueda y Echegaray
Hubo un tiempo en que Almería era una isla: se llegaba antes en barco que por los polvorientos caminos de caballería. Ahí están las crónicas de Pedro Antonio de Alarcón, los testimonios del ingeniero José Echegaray, las campañas en La Crónica Meridional de Francisco Rueda López. En 1874 se redactó el proyecto de la línea Linares-Almería y el primer tren no llegó hasta 1895, 21 años después. El Puerto empezó a construirse  a mediados del XIX y no finalizó hasta principios del XX. Para el aeropuerto había ya terrenos en los 50 y no se abrió hasta 1968.