Cuando Puertos del Estado decidió iniciar el proyecto para convertir algunos de los faros situados en el litoral español en alojamientos turísticos o de hostelería. El anuncio de este proyecto ha conseguido despertar el interés de los inversores.
La Autoridad Portuaria de Almería acudía días atrás a una reunión con el Ministerio de Fomento y la empresa pública Puertos del Estado para perfilar la participación de la provincia en esta iniciativa, y lo hizo con nuevo de los faros que se reparten a lo largo de la costa.
De Adra a Garrucha Esos nueve faros ocupan la mayor parte del frente litoral y son los de Adra, Punta de Los Baños, El Sabinal, Roquetas de Mar, Castillo de San Telmo, Cabo de Gata, La Polacra, Mesa Roldán y Garrucha. Son aquellos que se consideran susceptibles de abordar proyectos turísticos, bien por ubicación o bien por sus instalaciones adecuadas.
Para algunos de ellos no sería la primera experiencia de apertura al público ya que en ellos se realizan actividades culturales o de ocio, especialmente programas de visitas, como las que acoge el Faro de San Telmo, exposiciones como las que se organizan durante el año en Roquetas, e incluso algunos conciertos.
El objetivo que se han planteado tanto el Ministerio de Fomento como Puertos del Estado es desarrollar el uso complementario de estas instalaciones, edificios nobles y testigos mudos de la historia, situados en enclaves privilegiados que, en el caso de Almería, forman parte de espacios naturales protegidos.
Faros de España Al proyecto de las administraciones públicas ya lo han bautizado; con la autorización para poder dar cabida a negocios turísticos, se creará una red que se llama ‘Faros de España’, a la que se sumarán edificios repartidos por todo el país.
Se trata en definitiva de aprovechar estas edificaciones, muchas de ellas de alto valor histórico, artístico o arquitectónico, para ofrecer alojamientos de los que se califican actualmente como ‘hoteles con encanto’.
Serán una especie de alojamientos rurales ubicados al borde mismo del mar, situados en buena parte de los casos en puntos elevados de la costa que ofrecerán a los viajeros magníficas vistas. El hecho de que varios de los faros seleccionados se encuentren en lugares aislados, lejos de poblaciones, aporta un plus de tranquilidad para un turismo que huye del bullicio.
Experiencias Almería se suma así a un proyecto que copia experiencias similares acometidas en otros países europeos y que han dado buenos resultados, casos de la red de faros turísticos impulsados en el Mar del Norte por el Gobierno de Alemania.
La utilización como establecimientos turísticos es posible en la mayoría de los faros almerienses por la mejora de comunicaciones y el grado de automatización que se ha alcanzado, lo cual permite que los fareros no tengan que residir en sus instalaciones.
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