Los viticultores de Laujar se quedan sin ayudas y sin esperanza

Cinco meses después de la granizada que destrozó la cosecha siguen sin respuestas

Los viñedos han tenido este año su peor vendimia
Los viñedos han tenido este año su peor vendimia
Antonio Fernández
23:59 • 12 nov. 2014

Sin ayudas, sin respuestas y sin esperanzas. Así están los viticultores de la comarca del Alto Andarax cinco meses después de que una tormenta de granizo arruinara más del ochenta por ciento de la cosecha de uva de este año y, lo que es más preocupante, de que dañara seriamente la madera de las vides, lo que condicionará la cosecha de al menos dos años más.
En este tiempo han recibido visitas de representantes políticos e institucionales, han recibido de ellos buenas palabras, pero que se han quedado en sólo eso, al menos por el momento, y no parece que esta situación vaya a cambiar en los próximos tiempos.
Es la impresión que les está quedando tanto a los viticultores como a los bodegueros o al alcalde de Laujar, que esperaban un poco más de atención por parte de las administraciones públicas.




Un año negro A estas alturas Laujar considera que está ante su año más negro porque la cosecha de este año se ha reducido en un 80 por ciento con respecto a las de años anteriores. Ni uvas ni ese vino que gana presencia en los mercados a base de esfuerzos constantes en su elaboración.
Lo peor es que le vendimia de este año ha sido la más triste de la historia reciente de la localidad alpujarreña y de cientos de familias que esperan pacientemente hasta septiembre para recoger los grutos del trabajo de todo un año, frutos que este año no han llegado, sumiendo a la economía local en graves problemas de liquidez.




Agravio comparativo Bernardo Vique, presidente de la Asociación de Viticultores y Bodeguerosde Laujar, considera que se está produciendo una situación de agravio con otras zonas que sí han tenido la atención de las administraciones en casos similares, sin ir más lejos los daños también por granizo en unas 80 hectáreas de invernaderos en El Ejido. En Laujar son más de 700 las hectáreas afectadas, pero no han obtenido la misma consideración ni las mismas ayudas.
En el pueblo hay malestar por esa falta de atención y se quejan de que los políticos sólo fueron por allí “para hacerse la foto y marcharse”.









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