Una tragedia griega a pie de invernadero

Cecilio Guillén Jiménez, el Tsipras del Poniente almeriense, el hombre que ha emprendido una huída hacia adelante entre los invernaderos, el personaje que ha puesto a la gran Agrupaejido a los pies de los caballos, nació hace 52 años en Las Marinas de Roquetas de Mar. Ha destilado siempre fama Cecilio de empresario temerario, dado a los grandes saltos sin paracaídas. En 1992, antes de cumplir la treintena compró el almacén agrícola Agromarina, antigua cooperativa de su barrio roquetero, y consigue unos buenos emolumentos como intermediario en la venta de parcelas  de Quash-Tierras de Almería.  Después entra en el accionariado de Agrupaejido con una participación que fue agrandado y comanda la absorción de Cehorpa de la que fue también presidente. Después emprende una ac tividad desaforada de diversificación en diversos negocios como los fertilizantes, logística, Copo, bodegas de vino,  los cosméticos y abre negocios en México, junto a la actividad inmobiliario. No ha podido mantener ese tren, esa velocidad de crucero,  el  indómito  empresario y ahora le está pasando factura.