Organizaciones agrarias, cooperativas, comercializadoras y exportadores han suscrito un comunicado conjunto en el que exponen sus exigencias a la Comisión Europea de medidas urgentes y contundentes para frenar el colapso en el que están sumidos los mercados europeos a causa de las importaciones de tomates de países no comunitarios.
Ese caos de mercado, traducido en una pérdida de precios de los productos, y muy especialmente del tomate, que se vende a menos de la mitad del precio que se pagaba el pasado año a estas alturas de la campaña, ha provocado la unión de las partes implicadas y la remisión de escritos a la Comisión para que se ponga manos a la obra con medidas que salven ese colapso.
Comité Mixto
Se trata de las organizaciones agrarias Asaja, Coag y UPA, de la sociedad Cooperativas Agroalimentarias y de las empresas exportadoras reunidas en FEPEX, que además han solicitado a la Unión Europea que aclare cómo se va a controlar el origen de los tomates marroquíes tras la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo que anula el acuerdo con Marruecos.
La duda sobre esa sentencia y su cumplimiento persiste y la pregunta del sector hortofrutícola es si ese control se hará mediante un etiquetado especial para distinguir entre los tomates procedentes de Marruecos de los que proceden de las explotaciones del Sáhara Occidental, que no pueden ser comercializados dentro del contingente otorgado a Marruecos.
Terceros países
Para estas organizaciones es necesario un control real y el cumplimiento de la sentencia ante la grave situación que genera tanto el envío masivo de tomate marroquí, como la suma de problemas generados por el veto ruso y por el desvío de productos de Turtquía hacia los mercados comunitarios tras ser prohibida su venta también en Rusia.
Valor de mercado
También reiteran la petición de modificar el método de cálculo del valor de las importaciones de tomates de Marruecos y establecer dos valores globales de importación, uno para tomates redondos y otro para tomates cherry, ya que el método actual no permite el seguimiento adecuado del mercado de tomate europeo y dificulta mucho la protección frente a las importaciones desordenadas de Marruecos.
Por otra parte productores y empresas comercializadoras y exportadoras han recordado a la UE que tras la sentencia que anula el acuerdo de libre comercio, las crecientes exportaciones de tomate y otras hortalizas procedentes del Sáhara Occidental están sujetas a las mismas que las de cualquier otro país con los que la UE no haya firmado un acuerdo comercial “y, por tanto, deben estar sujetas al precio de entrada general y deben pagar ,ks correspondientes derechos de aduana”.
Por ello han solicitado a Bruselas que garantice la correcta aplicación de la Ley. aclare cómo se va a controlar el origen de los tomates y si esto se hará mediante un etiquetado especial para distinguir las hortalizas y el origen real de las mismas.
Apoyo al paro
Debido a ese colapso, la junta directiva de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal) aprobaba ayer sumarse a las movilizaciones de los agricultores, una petición que le había hecho llegar el sindicato agrario UPA.
La decisión de Coexphal supone que el próximo jueves 4 de febrero, y en apoyo de las movilizaciones de los productores, las empresas del sector de la comercialización integradas en Coexphal (que representan en torno al 70 por ciento del total de la comercialización en Almería) cesarán en sus actividades.
En el anuncio hecho público ayer Coexphal explica que ante el difícil escenario por el que está atravesando el sector hortofrutícola almeriense “y especialmente los agricultores que cada día ven cómo empeora la situación y se vuelve insostenible su actividad”, ha decidido “secundar el paro agrario convocado por organizaciones agrarias”.
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