García Lorca, rigor histórico en el pregón de ‘Los Coloraos’

Muy pocas personas logran un perfecto equilibrio entre el complejo conocimiento científico y el anecdotario costumbrista. Lo mismo te dice el nombre científico del “bicho que le picó al tren” que te cuenta un histriónico periplo de algún “bocachancla” de la tierra. Andrés García Lorca es un auténtico experto en Almería y, por su natural sociabilidad, es un gran conocedor de sus gentes, tradiciones y costumbres. 

Zarpamos a bordo del “Pepe Rull” con viento flojo de levante y, aunque las previsiones dan fuerza cinco, tomamos rumbo a la desembocadura del Andarax para, al regreso, dar aleta de estribor al previsible levante que se presume moderado, aunque –cosas de esta Almería- a la vuelta, el viento cae y la navegación se hace muy placentera . El motivo de fijar este rumbo es el de acercarnos al punto exacto por donde desembarcaron “Los Coloraos” en su frustrada intentona de reinstaurar las bases de la República de 1812 contra el gobierno absolutista de Fernando VII. 

Andrés ha sido elegido por la Corporación municipal como pregonero de “Los Coloraos”, tradicional acto conmemorativo que se celebra cada 24 de agosto. Para esta ocasión, García Lorca promete una disertación que puede despertar alguna suspicacia entre aquellos que hacen bascular la historia hacia sus particulares convicciones ideológicas. Sin embargo, Andrés pretende centrar este homenaje en un contexto exento de sectarismo, con sinceridad y rigor histórico.

Como experto geógrafo celebra las innumerables cualidades de la bahía de Almería y zonas marítimas de Alborán y Palos, emplazamientos que ofrecen maravillas como la gamba roja de Garrucha que goza de tan apreciada calidad gracias a diversos procesos de alimentación, corrientes y profundidades que Andrés explica con la propiedad que le otorga su gran conocimiento del medio.

En relación a la Feria de Almería, Andrés se muestra partidario de la noche, y se declara irrenunciable asiduo a la Fiesta Nacional. Sobre los toros lanza un tímido reproche a la cantidad y calidad de los festejos: “todo es fruto de equilibrios económicos”. Efectivamente, a mayor inversión económica en el cartel se obtendrían mejores resultados, pero esto siempre redundaría en más esfuerzo por parte del “respetable”, que bastante hace ya con los precios que se despachan. En este punto –y no es la primera vez- sale a colación la brillante gestión de la Plaza de Roquetas de Mar, coso que ofrece carteles de gran atractivo y a precios muy asequibles, circunstancia que repercute en todos los sectores económicos que se involucran en torno al efecto de atracción turístico y cultural que los toros continúan ejerciendo… por ahora.

Andrés García Lorca ha sido subdelegado del Gobierno en Almería durante el periodo de Rajoy. Durante este tiempo ha sorteado con serenidad y profesionalidad las dificultades dimanantes de los tiempos más duros de la crisis. Su buen talante y dedicación ante los problemas surgidos han permitido una gestión de su responsabilidad de Estado que ha merecido altas distinciones del Gobierno de España. 

García Lorca es uno de los “clásicos” del Partido Popular. Procede de la ya lejana Alianza Popular que integraba a los sectores de la derecha, centro liberal y demócrata cristianos que tantos episodios -algunos inolvidables y truculentos- han protagonizado en la política nacional. Con la llegada de Pablo Casado a la dirección del PP “las cosas han cambiado muy positivamente para enviar un discurso más claro y alejado de los tradicionales complejos de la derecha, y con una clara vocación de gobierno que elimine las fracturas frentistas y la presión de tantos impuestos a una sociedad esforzada y sacrificada por salir adelante”.