Borbalán: “Ante un partido de alto riesgo intento hacer vida normal, me ayuda mi rutina diaria”

Muy vinculado a El Ejido ya que tiene una empresa de Publigráficas aquí, David Fernández Borbalán es uno de los árbitros más reconocidos de la Primera División. Debutó en la máxima categoría del fútbol español en 2004 y, desde 2010, también es árbitro internacional. 

Me imagino que empezaste pitando en campos de tierra. ¿Cómo fueron tus inicios? 
Por suerte, hoy es difícil encontrar un campo de tierra en la provincia, pero sí que empecé así. Tenía 13 años cuando me inicié. Era muy aficionado al fútbol pero mi padre quería que estuviese centrado en los estudios. Como mi tío, Vicente Fernández, era árbitro, me tiraba esa profesión y decidí proponérselo a mi padre.

No te voy a preguntar que de qué equipo eras de pequeño pero me has dicho que jugabas, ¿cuál era tu posición?
Defensa central, o más bien líbero, una demarcación que hoy casi que no existe.

¿Central leñero de los que terminan con tarjeta los partidos?
No (ríe). La verdad es que en muchos partidos ni siquiera había árbitro, aunque sí que daba un poquito de ‘rasca’ de vez en cuando. 

Para bien o para mal, el fútbol mueve masas. ¿Cómo haces para alejarte de la presión cuando tienes que arbitrar un partido importante? ¿Lees prensa? 
Cada árbitro tiene sus manías propias, pero en mi caso intento hacer vida normal, mi rutina de siempre. No me pongo la tele ni la radio, tampoco leo los periódicos. Piensa que, además de árbitro, me gusta el fútbol y disfruto poniéndome programas deportivos, pero procuro no hacerlo. 

¿Es el último derby catalán en Copa del Rey el partido más difícil que has pitado?
No. Es más difícil arbitrar en categorías inferiores. El partido al que te refieres vino muy cargado, coincidió con el emparejamiento en Liga... Pero tuvimos la suerte de que al final no fue tan complicado. A veces preparas un partido pensando en la dificultad extrema que presenta y resulta ser tranquilo.

Mencionas las categorías inferiores... ¿se llega a pasar miedo?
Sinceramente, sí. Esta mañana una mujer se me ha acercado en la tienda para preguntarme por eso mismo ya que su hija se estaba iniciando en el arbitraje. Le he dicho que por suerte esto ha cambiado. No tiene nada que ver con 30 años atrás. Es cierto que algún fin de semana ocurren hechos de violencia pero cada vez menos.  

Tengo una curiosidad: Cuando estáis en el campo... ¿Escucháis los insultos de la grada? Porque en todos los partidos hay.
Cuando son al unísono, sí (ríe). Sobre todo cuando el juego está detenido, en algún saque de esquina o cuando el balón no rueda. El mayor esfuerzo que un árbitro tiene que hacer durante un partido es mantener un grado máximo de concentración durante los 90 minutos. En todos los partidos nos equivocamos, claro está, pero la forma de tener menos errores de apreciación es conseguir una concentración total.

¿De cuántos equipos distintos te han dicho que eres a raíz de un arbitraje?
De todos. Si mi mujer estuviera aquí diría que cuando vamos por la calle unos me dicen “eres del rojo”, y al rato otros me sueltan “se te nota mucho que eres del blanco, o del azul, o del verde”. La verdad es que hace años que me he líado la manta a la cabeza y siempre digo que sí. Muchas veces hablo con Andújar Oliver y a él le pasaba lo mismo. La gente se basa mucho en los medios de comunicación y a veces desde ahí se nos asocia a determinados equipos. Cuando llegas al fútbol profesional y crees que puedes tener futuro ahí, te centras solo en tu actividad ya que, por supuesto, todos hemos podido simpatizar con algún equipo, ya sea por familia o por donde vives. Pero por encima de todo prima la profesionalidad.

Tienes un hijo que juega al fútbol. ¿Te gustaría que fuese árbitro?
Me gustaría que siguiera haciendo deporte. Quiero que el deporte haga de mi  hijo una persona distinta, que le aporte grandes valores. Con eso me conformo.

¿Ha sido la lesión el peor momento de tu carrera deportiva?
Sin duda, y eso que aparentemente no era nada. Pero como bien dijo el doctor que me operó cuando, en un momento de furia, le dije que los futbolistas se recuperan pronto: “Ellos tienen 20 años y se recuperan en nada, pero tú ya vas camino de los 40”. Fueron 6 meses alejado de la competición, en los que te planteas lo peor, pero por suerte aquello está totalmente olvidado.