“Volver a El Ejido es un gusto. Plaza emblemática dentro del mundo del Teatro ”

El reconocido actor sevillano, que presentó el pasado viernes la II Gala de Premios Literarios Editorial Círculo Rojo en El Ejido, ha trabajado en series de televisión como ‘Esencia de poder’, ‘Hospital Central’, ‘Imperium’ o ‘Hispania’. 

Sé que tienes una relación especial con El Ejido, ¿por qué?
En el año 96, mi primera gira con el Centro Andaluz de Teatro me llevó a El Ejido. Tenía 18-19 años. Lo recuerdo con mucho cariño porque fue emocionante, además de que para el mundo del Teatro, El Ejido es una plaza emblemática. Por eso volver siempre es un gusto. Además, ese mismo año pude conocer parte de la provincia, en especial el Cabo de Gata, y quedé maravillado. Siempre he dicho que mi segunda familia es de Almería ya que tuve una novieta allí y guardo muy buena relación con ellos. Almería, El Ejido y sus tierras remueven muchas cosas bonitas en mi interior.

Con lo buena gente que eres y siempre te dan el papel de malo.
Eso dice mi madre: “Yo te crío con esa cara de buena gente”, y siempre eres el malvado. Además, de los peores: asesinos, violadores, de los que siempre se manchan las manos de sangre. Aunque haciendo de General Marco en las series ‘Hispania’ e ‘Imperium’ disfruté muchísimo a pesar del papel de sanguinario que tenía. No sé qué habrán visto en mi cara los directores de casting, pero  me lo tengo que hacer mirar. 

Hablemos de ese papel. ¿Es sufrido un personaje así? 
Al igual que tienes que trabajar los papeles por dentro, con sus matices. En este caso, además, existía la complexión física porque el general de pronto se quita la armadura y era necesario estar en forma para hacer más creíble el papel. Entrené tan duro que tuve que pasar por el quirófano por una triple lesión en el triceps. No podía bajar la inflamación de tanta lucha y tanta espada. Fue después de ‘Hispania’ y tuve que recuperarme para poder interpretar el mismo personaje en la serie ‘Imperium’.

Grabar esa serie en Roma tuvo que ser una experiencia fantástica.
Hay pocas cosas que se le puedan igualar. Grabar en Cinecittá, en esos estudios míticos donde se han grabado ‘Quo Vadis’ o ‘Gladiator’ es impresionante. Si a mí me dicen en la escuela de arte dramágico que en España se iba a hacer una serie de romanos, no me lo creo. Por eso la experiencia fue todo un regalo. A mí me flipan las espadas, de hecho tengo una colección de ellas, e incluso yo mismo me hacía las coreografías.

Noto que te gusta la historia, ¿en qué época te hubiera gustado vivir?
En cualquiera en la que hubiera una espada. Edad Media, s. XVI, s. XVIII... me da igual. Yo creo en la reencarnación porque no es normal que me guste tanto la espada. Un antepasado tuvo que ser mosquetero, seguro. Vivir en la Francia de los mosqueteros tuvo que ser maravilloso. Además, me encanta la esgrima. 

Te voy a dar una serie de nombres propios y quiero que me digas lo que significan para ti. El primero: Lina Morgan.
Fue mi madre televisiva. Un flechazo. Ella decía que me quería como un hijo. ‘Hostal Royal Manzanares’ fue un regalito para mí, y después me llamó para una segunda serie ‘Academia de baile Gloria’. Me faltó tiempo para ir. Pero mientras grababa con ella me llega una oferta para protagonizar ‘Esencia de poder’ en Telecinco. Yo no sabía qué hacer y ella me animó a coger esa oportunidad a pesar de tener contrato firmado. Se lo agradeceré toda mi vida.

Hospital Central.
Un antes y un después en mi carrera. Lo cambió todo. Y son una familia para mí. ¡Es que fueron 4 años y medio! Aún hoy los actores conservamos un grupo de whatsapp llamado “familia”. 

Nerea Garmendia.
Compañera, amor, pasión, orgullo. No sé qué habré hecho bien en otra vida para que aparezca ella. Supongo que algún día tendré que rendir cuentas con alguien allá arriba.

By Nere.
Nuestro hijo textil. Lo hicimos desde el cariño, poniendo nuestros diseños y nuestra pasión en unos tejidos. No queríamos ser las celebrities que ponen su cara para un perfume o una prenda sin haber pisado nunca un taller. El concepto es el contrario. Son frases nuestras, sentimientos, emociones, cosas que nos decimos entre nosotros... Nuestra esencia. Hacemos todas las prendas una a una, desde casa, con las dos personas que trabajan con nosotros. Es algo muy personal, una pasión. No lo vemos como un trabajo.