Preocupación en torno a la sanidad y las pensiones en la comunidad inglesa de Almería

El consuelo para los 15.000 residentes en la provincia es que los efeectos tardarán aún dos años

Establecimiento frecuentado por ingleses en el Almanzora
Establecimiento frecuentado por ingleses en el Almanzora
Guillermo Mirón
01:00 • 25 jun. 2016

Los resultados del Brexit han caído como un jarro de agua fría sobre los británicos afincados en el Valle del Almanzora. A la incertidumbre sobre su futuro que manifestaban antes del referéndum se le une ahora una manifiesta preocupación por su futuro en la provincia. Una preocupación que gira en la gran mayoría de los casos en torno a dos cuestiones: el futuro de sus pensiones y la asistencia sanitaria.




Lo único que alivia en cierto modo a los más de 15.000 británicos asentados en la provincia es el periodo de negociaciones que queda por delante. Que, para bien o para mal, las consecuencias del Brexit no van a recaer sobre ellos hasta pasados, como mínimo, un par de años.




Las dudas
“En este momento no supone un problema para nosotros pero posiblemente lo sea en un futuro”, explica Mary, inglesa jubilada y residente en Zurgena. No votó en el referéndum pero “tampoco sabría qué votar” indica, aludiendo después al principal argumento de los partidarios de abandonar la Unión Europea (UE). “Hay demasiados inmigrantes, duermen en las calles...” y criticando las ayudas sociales. “Si no trabajas, no recibes dinero”.




La ambigüedad a la hora de pronunciarse sobre el Brexit con un “I don’t know (no lo sé)” o el intento por esquivar las preguntas sobre el referéndum es síntoma de lo ocurrido esta semana en Gran Bretaña. Un voto oculto favorable a abandonar la UE que ha terminado aflorando en las urnas.




A unos cuantos kilómetros de distancia, en una bolera de Arboleas, otra jubilada británica que reside en Palomares (Cuevas del Almanzora) y al igual que hace su compañero de mesa que vive en Albox, no esconde su incertidumbre por el futuro de su pensión pero, en su caso, lo que más le preocupa es la asistencia sanitaria. “La necesito al estar enferma. Y no sé lo que va a ocurrir ahora con mi atención sanitaria”, reconoce.




“Creo que tendríamos que haber permanecido en la Unión Europea”, asegura otro vecino que disfruta con unos amigos de una pinta en la terraza de un bar arboleano. Me preocupa el aspecto financiero” y, por supuesto, añade que el tema de las pensiones no le es ajeno. Junto a él unos amigos que están “de paso” por el país también se muestran intranquilos “por el futuro económico” del país pero de nuevo vuelve la principal arma con la que ha contado la campaña a favor de abandonar la Unión Europea. “Se trata todo de inmigración”, revela, a la vez que hubiera deseado “otra política migratoria” por parte de la Unión Europea.
 
Pensiones
En el primer día tras el referéndum, un matrimonio inglés residente en Las Pocicas (Albox) camina bajo un sol de justicia por una de las principales avenidas del municipio. Aseguran que “no nos gusta mucho la política” pero denuncian que “las pensiones nos pueden bajar ya hasta un diez por ciento” indica él.




Preguntada su pareja sobre su principal preocupación como expatriada, lo tiene claro. “Las pensiones y la atención sanitaria” aunque en su caso el problema es menor porque “no compramos mucho y tenemos suficiente con poco. Amamos España”.




Un romance que no ha tenido su réplica entre sus compatriotas y la Unión Europea pese a haber compartido piso y futuro  durante más de cuarenta años.



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