“¡Qué bueno es Dios!”, decía la Santa, la Madre Claudina Thévenet, fundadora de la congregación de Jesús-María. Sí, qué bueno ha sido Dios con nuestro pueblo Albox, que nos ha regalado durante cuarenta años la presencia, la bondad, la misericordia, la caridad y la dedicación de las religiosas de esta congregación. Una vida de testimonio evangélico, de servicio a las parroquias y de servicio a los más necesitados. Una labor realizada en silencio y desde la humildad. ¡Qué pena que se nos vayan!
Sabemos que se van por mandato de la superioridad religiosa de la congregación, que no por voluntad propia; así lo ha dispuesto la Madre Ángeles, Provincial de España, alegando que no hay vocaciones y porque se necesitan en oros lugares. Pero aquí, en Albox, Madre Ángeles, la labor de sus hermanas sigue siendo necesaria. Creo, modestamente, que “se está desvistiendo un santo para vestir a otro”.
Pero ya no tiene remedio, pues el 31 de julio próximo, con la marcha de las cuatro religiosas, se dará portazo a la casa de la calle Aurora de Albox, por la que han pasado más de veinte religiosas durante estos cuarenta años y han regentado la Guardería Infantil “Virgen del Saliente” y la Ludoteca de “San Juan”. Con su marcha también se dará portazo a la ingente labor que han realizado en este pueblo.
Malestar
Desde que conocieron la noticia de su marcha han llorado más que Jeremías, pues están muy integradas en el pueblo; la que menos lleva viviendo en Albox más de 10 años, y hasta 38 años la hermana Felicidad. Por otra parte, la marcha de las religiosas ha creado un gran malestar en el pueblo, en especial en los que más las necesitan: la gente sencilla, los pobres, los enfermos, los ancianos, los niños..., en realidad todo el mundo, pues ellas, a la hora de hacer caridad, a la hora de repartir bondad, si bien su preferencia son los más necesitados, su corazón, sus manos… no han hecho distingo.
Ya, el pasado año, S. S. el Papa Francisco envió su bendición a las religiosas por los cuarenta años de Jesús María en Albox. Y a pesar de que ellas han querido huir de regalos y homenajes, el pueblo de Albox agradecido con su labor, le ha manifestado y demostrado su solidaridad rogándole a la Madre Provincial de España para que no se vayan las religiosas; la petición, incluso, ha llegado más lejos, en el pasado mes de abril, el párroco de la Concepción de Albox, Antonio Jesús Saldaña, junto con una nutrida delegación de feligreses, se personó en la Casa General de la Congregación de Jesús María en Roma y pidieron a la Madre Mónica, Superiora General, que las religiosas no se marchen de Albox, quien lamentó no poder atender dicha petición.
Retablo en mármol
En la Iglesia de la Concepción se celebró una Misa de Acción de Gracias por los 40 años de su estancia en Albox; y en esta misma iglesia se ha instalado una capilla con un artístico retablo en mármol travertino, realizado en los talleres de la empresa Margar Natural Stone de Albox, presidida por la imagen de Santa Claudina, en el que se puede leer el texto: “Qué bueno es Dios. Santa Claudina Thévenet. La Parroquia de la Concepción a la religiosa Jesús-María por sus XL Aniversario de entrega. 15-X-1975 a 26-06-2016”.
Por su parte, la Asociación de Vecinos la Loma de Albox ha solicitado al al Ayuntamiento que se le ponga el nombre de una calle a Santa Claudina Thévenet, fundadora de la Congregación de Jesús María.
Finalmente, La Voz de Almería en los VII Premios del Almanzora, celebrado en Oria el jueves 14 de julio, entregó del Premio Sociedad a las religiosas de Jesús María, merecido galardón que recogieron las hermanas Felicidad y Raquel en nombre de todas las religiosas de Jesús-María de Albox, por sus servicios a la comunidad durante 40 años. La hermana Raquel en su sencillo discurso de agradecimiento, pero lleno de sentimiento, emocionó a toda la concurrencia.
Diáspora
Tras el cierre de la casa de Albox, la hermana Cristina Egea, superiora de la comunidad, ha sido destinada a Guinea Ecuatorial; la hermana María de la Luz, responsable catequética, se nos va a Barcelona; la hermana Raquel Gutiérrez, fundadora de Cáritas Parroquial, y la hermana Felicidad Bernal, treinta y ocho años con nosotros, llevando a cabo diversas acciones parroquiales, se incorporarán a la casa de la comunidad de Orihuela.
Desde aquí les deseamos a las cuatro religiosas toda la suerte del mundo en sus nuevos destinos. Que Dios las bendiga y nuestra Virgen del Saliente y Santa Claudina las protejan.
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