Adra

"Venía recto hacia nosotros, traté de esquivarlo y así logramos salvarnos"

Habla la conductora del autobús que evitó con su pericia un choque frontal contra un kamikaze

Interior del túnel de Cantalobos, donde ocurrieron los hechos.
Interior del túnel de Cantalobos, donde ocurrieron los hechos.
Rosa Ortiz
01:00 • 20 sept. 2016

María Hernández lleva nueve años trabajando para la misma empresa, la compañía Blanco y Rodríguez dedicada al transporte de pasajeros, pero nunca hasta ahora se había visto en una situación semejante. El pasado domingo, su templanza y la pericia que demostró al volante fueron providenciales no solo para salvarle la vida en lo que podía haber sido un choque frontal de consecuencias dramáticas, sino también para que los 55 viajeros que ese día viajaban en el autocar salieran ilesos y apenas se enteraran del suceso. 




Los hechos ocurrieron pasadas las ocho y media de la mañana, cuando el vehículo, que había salido de Adra apenas media hora antes, enfilaba la Autovía del Mediterráneo camino de Málaga. El destino, una excursión por el Caminito del Rey, el vertiginoso paso del desfiladero de los Gaitanes, recuperado como atractivo turístico de la provincia malagueña. Al atravesar el túnel de Cantalobos, en la A-7, María vio como de frente se acercaba peligrosamente un coche. “Por unos segundos no supe ni dónde estaba. Al ver que venía derecho hacia nosotros, traté de esquivarlo. Así logramos salvarnos. Le eché las luces y se nos vino de frente. Pasé mucho miedo, sobre todo porque pensé en la gente que llevaba dentro”, explicó ayer en una entrevista en Cadena SER Poniente. 




María reconoce que su calma al volante fue definitiva, pero también ayudó que los pasajeros de las primeras filas, que vieron cómo el coche se les echaba encima, no gritaran ni alborotaran. “Me hubiera puesto mucho más nerviosa”, reconoce ahora esta conductora, que se llevó el domingo el mayor susto de su vida. 




Las buenas condiciones del autocar -el vehículo está nuevo y equipado con las principales medidas de seguridad- y la suavidad con la que dio el volantazo, hizo que los pasajeros de las últimas filas apenas si se dieran cuenta de lo que acababa de suceder. 




“Cuando tenía el coche ya muy cerquita, giré el volante y lo esquivé hacia la izquierda. Pensé que me iba a dar en la parte de atrás del autocar, pero por suerte no fue así”, relató ayer en el programa ‘Hoy por Hoy’ de SER Poniente. 
Después de aquellos segundos eternos que transcurrieron dentro del túnel, desde el autocar dieron aviso a la Guardia Civil. Una patrulla interceptó al kamikaze, borracho y drogado, en la siguiente salida de la autovía. Había hecho 7,5 kilómetros en dirección contraria. 




El conductor iba bebido y drogado 
El kamikaze, un joven de 30 años vecino de Torre del Mar (Málaga), triplicó los niveles de alcohol en las dos pruebas que le realizó la Guardia Civil. También dio positivo en el test de drogas por consumo de cocaína. Está acusado de un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria y el lunes pasó a disposición judicial. “Está claro que tenía que ir bebido o drogado”, contó María Hernández en la Cadena SER. “Apenas paré a desayunar, me temblaba todo el cuerpo. Fue una situación muy peligrosa. Pensaba en las 55 vidas que llevaba a las espaldas, pero también en que había logrado salvar la mía”. 
 






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