Bus provisional para los niños de Los Cojos

Se acabó el absentismo ‘obligado’ para los jóvenes estudiantes residentes en la barriada de Arroyo Aceituno de Arboleas. Los tres alumnos que no podía acudir al instituto albojense tras la eliminación de la parada usada hasta ahora en la zona de la barriada conocida como ‘Los Cojos’ han comenzado a subirse en un autobús contratado por el Ayuntamiento arboleano como solución ‘provisional’ hasta que Educación arregle esta problemática definitivamente.

Desde el día de ayer, estos tres estudiantes del IES Martín García Ramos de Albox disponen “de forma indefinida” del autobús contratado por el Consistorio arboleano “hasta que resuelva el problema”, según ha indicado el alcalde del municipio, Cristóbal García. “Se han ido al instituto en un autobús que ha contratado el Ayuntamiento”, reitera el regidor, que confía en que la cuestión “se resuelva” esta semana en una reunión concertada para tal fin.

Será el segundo encuentro en el que se trate este asunto en los últimos días, ya que recientemente la delegada del Gobierno de la Junta, Gracia Fernández mantuvo otra reunión con el primer edil en la que se trató esta cuestión.

Un camino con riesgo
Los jóvenes alumnos, de entre 12 y 15 años, pueden desde ayer hacer uso de este transporte para acudir a su instituto de referencia situado en el vecino municipio albojense. Este periódico intentó sin éxito conocer la postura de la Administración andaluza y de la Delegación de Educación sobre lo sucedido, aunque desde el Consistorio arboleano se apunta a que la situación puede deberse a “un error administrativo” del centro de referencia.

Pese a que la barriada de Arroyo Aceituno dispone de varias paradas, la distancia entre las mismas es considerable, lo que supondría que, para coger el transporte oficial, los alumnos que antes subían y bajaban del autobús en la zona de ‘Los Cojos’ tendrían ahora que caminar unos 1,5 kilómetros para llegar hasta el lugar más próximo marcado en el itinerario. Más allá del kilómetro que separa la estación vigente más cercana de la eliminada, la principal preocupación de los padres radicaba en el peligro que entraña para los menores desplazarse a pie por esta vía. 

“Veo normal los 500 metros que antes tenían hasta la parada, pero es que ahora tienen que hacer un kilómetro más por una carretera sin arcenes ni iluminación”, denunciaba una de las madres afectadas.Por fortuna, los niños han regresado a las aulas sin afrontar más riesgos que el de los exámenes a los que se enfrentarán en el curso.