Quedan apenas horas para el inicio de la Semana Santa, y con ella llegan a Mojácar miles de turistas. Son días en los que el municipio debe lucir su mejor imagen y por ello, un lugar tan emblemático y visitado como el mirador de la Plaza Nueva no podía permanecer cerrado.
Este espacio, situado en pleno centro del municipio, se encuentra en obras desde hace meses, cuando se demolió el edificio donde se ubicaba para la construcción de la que será la nueva casa consistorial.
Durante el día de ayer, los obreros estuvieron trabjando a destajo para ultimar los detalles antes de la apertura del mirador, colocando la solería de mármol de Macael de la plaza. Hoy, a las 10:30 horas, hay convocado un Pleno extraordinario el que se de debe aprobar la ocupación y puesta en servicio del mirador.
En la propuesta de Alcaldía a la que ha tenido acceso LA VOZ, la regidora Rosa María Cano expone la “concurrencia de razones excepcionales de interés público motivadas en las fechas estivales en las que nos encontramos con gran afluencia de visitantes y turismo”.
Es por ello por lo que, a pesar de faltar los últimos detalles, como el mobiliario urbano, el mirador de la Plaza Nueva abrirá al público de cara al inicio de la Semana Santa.
Accesible para todos
El nuevo mirador es mucho más accesible para las personas con movilidad reducida que el que se demolió en noviembre. Cuenta con nuevas escaleras y rampas adaptadas, además de un acceso a través de un ascensor que comunicará con la casa consistorial y la avenida París, una vez que concluyan las obras del edificio. Éste contará con un cerramiento de vidrio, para minimizar el impacto visual.
En total, la plaza cuenta con una superficie de 540 metros cuadrados, y está construida con materiales duraderos (adoquín, granito) de colores similares al resto de pavimentos del entorno.
Abierto al tráfico
Con la puesta en servicio del mirador, se volverá a abrir al tráfico la avenida París. De esta forma, los accesos al centro de Mojácar pueblo volverán a la normalidad, tras unos meses en los que se tuvo que desviar el tráfico a través del acceso del Pabellón.
Por otro lado, la apertura de la plaza conlleva que se vuelvan a instalar las terrazas de los bares situados en ella, por lo que se repetirá la tradicional estampa de cientos de personas sentadas en el mirador disfrutando de sus vistas y consumiendo en los comercios mojaqueros.
Con la finalización de las obras del mirador se pone fin a la primera fase de un proyecto que cuenta con una inversión de 1,6 millones de euros y que en su segunda parte construirá las nuevas dependencias del ayuntamiento y la comisaría.
Estilo mojaquero
El edificio que sostiene al enorme mirador, y cuyas obras se reiniciarán tras el verano, estará completamente integrado con la arquitectura vernácula de Mojácar, disponiendo de huecos pequeños e irregulares sobre un fondo blanco. Con 35 metros de longitud y tres plantas será visible desde la carretera de Turre.
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